Confesiones de ̶l̶ ̶p̶a̶d̶r̶e̶ Arturo: “Charlotte’s Gym” parte 10

El relato final de esta saga.

¡Felices fiestas! ¡Gracias por tanto! ¡Perdón por tanta demora!

…………….

Retrocedamos a antes de mi encuentro con Tony en la cárcel…

……………..

Ya han pasado 2 días de este infierno, pero se pondrá peor … el espacio siempre falta y el soborno que pagué no servirá más que para mantenerme un par de días más antes de volver a la población general.

Sigo sin acostumbrarme al olor de la cárcel, vomito a cada rato, no puedo retener la poca comida que logro recibir. El estrés no se aleja de mi cuerpo tembloroso.

En ese piso mullido me imaginé por un momento todo lo que había dejado atrás, parecía casi un sueño que hace unos días había despertado junto a Rebeca a mi lado. Por un momento me pongo a pensar en que sería de mi niña. ¿Dónde estaría? ¿Ya sabría que quizás no volvería a verme?

Aun recuerdo lo sucedido en la playa…, cuando el heladero estaba a punto de violar a mi Rebeca ya dopada por el susodicho.

Yo observaba como la tenían sujeta a mi niña, impotente sin poder hacer nada. De seguro el heladero esperaba que su sobrino le abriera paso para cogerse a la niña, dejando que el fuera el encargado de “inaugurar” a Rebeca.

Sin embargo, quizás con lo que no contó el tipo fue con la reacción de su sobrino. Al parecer el joven se cortó ante tal abuso de su tío con la pobre niña. Solo se quedó parado frente a Rebeca sin saber que hacer. Todo ello mientras yo intentaba pensar que podría hacer para salvar a mi pobre niña.

En aquel momento de la parte 8, estuve a punto de saltar e intentar salvar a mi niña pero al enfrentarme a dos tipejos me lo hacía pensarme 2 veces. Sería revelarme y no había escapatoria a ello, además que no me veía tan fácil ganarles.

-Increíble! Mira como tiene el culo esta niña!!- grita lujurioso el tipo mostrándole a su sobrino la raja de mi niña.

Mi niña se movió casi gateando de sueño…

-¡Está despierta, todavía..! ¡Ponle esto, marico!- el heladero le dio un paño que llevaba en el bolsillo y Junior se lo acercó a la naricita de mi niña.

-Cuidado!- advierte el chico cuando mi niña parecía resbalarse, sin embargo el heladero la tenía sujeta de la cintura. Al parecer Rebeca se desmayó por completo y don Facundo era el único que la sostenía.

-Ya marico! Ya se durmió! Ya no hay excusas! O se la coge o me lo cargo a palos!- le grita el heladero a su sobrino, encolerizado de rabia y lujuria contenida.

El joven por fin se planta frente mi Rebeca y se baja su short de playa y comienza a masturbarse frente a mi niña a la cual el heladero la acomodaba en 4. Parecía asustado, pero también excitado por lo que su miembro delataba. ¡Y como no estarlo con mi niña exhibiendo su rajota sin ninguna oposición!

-Ya marico! Ahora!- le grita su tío.

Junior tomó de la cintura a mi Rebeca y acercó su joven verga al culazo de mi niña, presionando al parecer su rajita, luchando por adentrarse. ¡Y lo consiguió!

Al parecer la verga joven del adolescente logró vencer la inútil resistencia de mi Rebeca y por fin acceder a su rajita, ya sin ninguna oposición.

-Huffff!! Hufff!!- bufaba el joven moviéndose suavemente en la rajita de mi niña. Se la cogía en 4 abriendo los pliegues de la panochita de Rebeca.

-¿Qué pasa, marico? La rompiste?

-Huuuuf!!! Hufff!!! Hooo!!- exhala el joven en pleno vaivén mientras niega con la cabeza a su tío.

-Híjole… La niña ya no era virgen!- exclama asombrado el heladero haciéndose una paja al presenciar tal escena.- ¡Dale duro cabrón!

¡Arturo, ni se te ocurra detener esto!, de seguro gritaran mientras me leen. Y pues para vuestra suerte, debo decir que mientras observaba esta escena, hacía mi apreciación personal sobre los pro y contra que implicaría mi intervención en tal violación.

Por un lado podía salvar a mi niña y a pesar de que a último momento había decidido arriesgarme para evitarle un trauma como una violación…. Sin embargo, cuando el heladero la sedó y la dejó inconsciente, reflexioné que mientras mi niña no recordara tal evento, quizás no sería necesario hacerle pasar algún trauma.

También dentro del abanico de posibilidades estaba el temor de que el heladero o su sobrino pudieran transmitirle algo infeccioso a mi Rebeca, pero esto decidí dejarlo a la suerte, ya que ambos parecían muy sanos y por lo que averigüé, el tipo solo sentía atracción por las niñas. Por lo cual la posibilidad era muy baja (poniendo como ejemplo mi caso personal).

-Huuufff!! Huuufff!!- bufa el joven aun continuando con la cogida a la rajita de mi Rebeca, mientras su tío seguía masturbándose frente a ellos, quizás esperando su turno por intervenir en tal escena pecaminosa.

-Huuuffff!! HUUUFFF!! HOOO!!- exhala el adolescente acelerando sus embistes a mi niña y delatando el término de su batalla cuando al fin expelió sus mecos dentro de la nalgona nena.

-Ya marico! No aguantó! – se ríe el tipo cesando su paja y acercándose a escena.

-Un rato tío… Ahh… Ya la cojo por detrás también…-le dice el joven al heladero.

-Nada de eso, idiota… La niña no es nueva en esto… Seguro que ya se la habrán cogido varias veces.

-No tío… le vas a hacer daño…Déjem….Ay!!- intenta detener el joven al lujurioso heladero, sin embargo don Facundo no estaba para estupideces. De un solo madrazo dejó regado a su sobrino sobre la arena con un moretón en el rostro.

-¡Cállese marico! ¡Aprenda a obedecer de un puta vez! – le grita antes de plantarse frente a mi niña y cargarla sobre él, sentándose sobre la arena. Con sus bermudas en los pies y su verga erecta apuntado hacia arriba, hizo que mi niña nalgona se sentara sobre él. De esa forma, el desesperado heladero por fin lograría descender el culazo de mi niña y presionar su esfínter contra su verga en un intento por acceder carnalmente a Rebeca.

-Woooo!!! Que hermosaaaa!!! WOOO!!- exhala el tipo dejando que la gravedad hiciera lo suyo y lograra enterrar aquel pitote dentro del culazo de mi niña.

Desnuda ya sin su traje de baño, el espectacular culote de mi niña era violado sin ninguna oposición por su maléfico depredador que fingió ser un amistoso heladero frente a su colegio, pero que en realidad era un desquiciado ped***, con varias nenitas en su historial, incluida entre ellas a su sobrina Miriam. ¡Y ahora también mi Rebeca!

-Hooo!! Hooo!! Mire bien marico!! Así se coge una mujer como esta! Hooo!!- le grita el tipo a su sobrino que lo miraba desde la arena aún sobándose el golpe de su rostro mientras observaba como su pequeña novia era violada por su desquiciado tío.

PLAP!PLAP!PLAP! el tipejo usaba toda su fuerza para mover el peso muerto del cuerpo de mi niña y lograr arrancarle buen sonido a sus nalgotas que golpeaban la pelvis del susodicho ayudadas por la gravedad, ahora enemiga de los intereses de la nena.

Desde mi lugar, no podía más que odiar a aquel tipejo que se cogía a mi Rebeca, sobre todo por violar a mi niña pero también por provocarme con aquella escena que a todas luces podía influir dentro de mí al solo pensar como el culote de mi Rebeca era gozado por alguien más…

¡Son estos momentos los que recuerdo cuando siento remordimientos por la futura suerte del heladero! Todo lo que le sucederá se lo tiene bien merecido por abusar de mi Rebeca…

Quizás suene hipócrita después de lo que hice a tantas niñas, pero no podía evitar odiarlo por lo que actualmente le hacía a mi Rebeca. ¡Bendito Dios, por mantenerla inconsciente ante tanto abuso!

-Hooo!!! Hooo!! Venga, marico!!- grita el heladero de pronto levantando a mi niña y parándose cargándola.

-¿Qué pasa tío?- pregunta el chico acercándose con temor y observando como su golpeador le muestra la vaginita de mi Rebeca mientras la carga abriéndola de piernas, aún con su miembro dentro de su culazo.

-Hoo!!! Hooo!! Cójasela por delante! ¡Demuestre que no es un maricón!- grita el enajenado sujeto desacelerando sus embistes y queriendo que su sobrino se una a la fiesta.

¡Momento crucial! ¿El heladero sabía los riesgos? Cogerse doble a una mujer no es lo mismo que cogerse doble a una niña. Si el tipo estaba dispuesto a hacerlo de la forma incorrecta, podría hacerle un grave daño a mi Rebeca y eso no lo iba a permitir.

Junior con miedo se acercó y pajeo su adolescente verga intentando ingresar suavemente en la rajita de mi niña. Al poco tiempo el joven ya tenía su verga dispuesta para reanudar el coito.

-YA! Cójasela!- grita el enajenado y ya cuando estaba por saltar a escena para impedir tal locura, el tipo retiró parte de su verga y solo le dejó la punta dentro del esfínter de mi niña.

-Ohhh!! Ohhh!!- exhala el joven cuando comienza a empujarse dentro de la rajita de mi niña.

-Muy bien, Junior!! Wooo!! Cójasela bien!! – la grita el heladero a su sobrino que hacía todos los esfuerzos por empujarse dentro de mi niña.

El susodicho no se movía y solo dejaba que la punta de su verga disfrutara del intenso apriete que le proporcionaba tal escena.

¡Mi Rebeca podrá ser muy nalgona y todo, pero tampoco estaba exenta de alguna de las leyes básicas de la anatomía! Una doble penetración y masaje del pliegue interior podía convertirse en un riesgo crónico si no se hacía de manera correcta a su edad. Pero por lo visto el cabrón del heladero si conocía la forma correcta.

Ambos parados con el heladero sosteniendo a mi niña y enculándola por detrás, dejaba a su sobrino hacer todo el trabajo mientras él se quedaba absorto en aquel apriete a la punta de su miembro que por todos los roces internos a los pliegues de mi Rebeca, de seguro le llevaban una buena carga de éxtasis a todo su cuerpo.

-Hoooo!! Hooo!! -grita el joven justo cuando no logra resistir y termina viniéndose por segunda vez dentro de la rajita de mi niña que en estado de bella durmiente, solo recibió estoicamente las últimas descargas de quien debía ser su príncipe amado, pero que ahora se convertía en un felón violador.

-Wooo!! Ve!! No aguantó nada, marico! Por andarse dando pajas con videojuegos!- le grita su tío justo cuando Junior se sienta sobre la arena exhausto del orgasmo bendito que recorría su ser.

-Sáquese…Que le voy a enseñar como venirse dentro de una hembra como esta!- le dice el heladero justo antes de reanudar las cogidas a mi niña.

De pie y tomándola de su cinturita, comenzó a subir y bajar su culazo de mi Rebeca, cubriendo la verga imponente sobre la cual parecía desaparecer para emerger triunfante de aquella invasión a tal recóndito lugar, tan deseado por tantos adultos que la conocían.

-WOOO!!! WOOO!!! Que hermosa niña!!! Wooo!!!- exhala el heladero en pleno frenesí. De seguro recordando todas aquellas punteadas que le dio a mi niña, pensando en cogérsela y por fin lo lograba. ¡Porfin degustaba de aquel culazo de ensueño que lo tenía desquiciado!

Dispuesto a gozarla al máximo, se la cogió durante varios minutos mientras su sobrino aún observaba como su tío se daba a gusto con la pequeña Rebeca, justo antes de por fin exhalar enloquecido sintiendo que la vida se le iba…

-WOOOO!!! WOOO!!!! TOMA NIÑA!!! WOOO!!- gritó don Facundo expulsando el contenido de sus gónadas en el momento justo que el éxtasis lo invadía y rellenaba los intestinos de mi niña con su esperma.

El tipo soltó a mi niña y ambos quedaron en la arena, reposando después de tal faena.

En mi mente aún quedaba la idea de intervenir si esto se prolongaba demasiado, pero parece que el mismo heladero sabía del poco tiempo que tenían…

Aún debían esperar que mi niña despierte y la echaron junto a su sobrino sobre la arena, esperando que despierte mientras ambos intentaban acomodarse la ropa y a la vez vestirla con su traje de baño.

La marea iba creciendo y de seguro limpiaría superficialmente las pruebas del delito cometido por tío y sobrino sobre la espectacular nalgona de 9 añitos.

No demoraría en llegar el bote de regreso que se llevaría a ambos junto a las niñas (algunas de las cuales debían seguir garchando con el amigo de Junior), pero no parecían preocupados por ellos. Quizás con lo que la sedaron no tenía efecto prolongado, pero yo me iba a cerciorar de todo.

Al menos el trauma de una violación en vivo podría no estar en la mente de mi niña. Ella era muy ingenua y de seguro no pensaría tan mal de ellos apenas despertara… Aunque quizás sospecharía algo después de sentir los dolores en su cuerpo… ¡Decisiones! ¿Cómo debería abordar este lío?

Los seguí de cerca cuando cargaron a mi niña y la llevaron con las otras que ya parecían arregladas luego de su revolcón con el amigo de Junior. Las niñas ayudaron a levantarse a mi Rebeca hasta que parecía que ya caminaba por sí misma mientras iban se pararon en la arena esperando el bote.

Cuando este llegó, todos abordaron y aunque las niñas cuidaron a mi Rebeca, me sentí incomodo dejándolos marchar mientras yo esperaba el bote que me llevara de regreso. No demoró en llegar y afortunadamente me dijo que no se cruzó con ningún otro al venir.

Aún debía esperar por ella en el paradero donde la dejarían junto a Melina. Por tanto, aceleré la marcha intentando alcanzarlos en la carretera, aunque si se hubieran metido por otro camino ya sería muy tarde….

Cuando llegara a casa, intentaría desestresarla. Si ella tenía alguna duda, al menos haría lo posible por no asustarla y darle la tranquilidad que necesitaba. Recordaba algunas de las charlas que nos dieron en la parroquia para atender a víctimas de estos traumas… si era necesario haría lo posible porque la transición de mi niña a victima no fuera tan traumática…

Era mi Rebeca y no la iba a abandonar aunque ahora hubiera sido cogida por otros tipos. ¡Jamás!

………………………….

Durante la visita a las haciendas de don Cavalieri (un miembro del Club que había ofrecido a su hija a don Razzioli por la posibilidad de un premio de parte del Club), junto a Tony nos encontrábamos bebiendo en el bar, aguardando como veedores del trato que se cocinaba en la mansión frente a nosotros.

Había pasado una semana desde la exhibición en el balneario del Club, la cual según Tony y don Augusto fue un éxito total. Todos los miembros salieron muy satisfechos e incluso según me contó Tony esto había llegado a oídas de varios miembros del Club en Europa y USA, por lo cual era probable que pronto se agendara otra visita de este tipo.

– Dale tío… debes darles un respiro a las nenas…- le decía cansado por tantos eventos en poco tiempo.

– En lugar de eso, deberíamos buscar la forma de aprovechar esta temporada de verano… – contesta Tony sirviéndose otro trago en la barra del minibar frente a la piscina.- Los padres me las prestan más fácilmente porque les gusta que las niñas no estén perdiendo el tiempo en su casa.

– ¿Y no se las llevan de viaje?

– Pues algunas sí, pero eso es a partir de febrero, estas familias se toman solo un mes de vacaciones porque en su mayoría trabajan mucho…

– Las escoges muy bien tío…

– Por supuesto… la reputación de mi madre todavía vale mucho y ya veas como las mamás de las niñas hacen fila por inscribirlas… incluso en el colegio donde enseño…

– Es una suerte que lograras hacerte con Mia… Sin embargo, me extraña… Ella no era muy buena al comienzo.

– Pero sabía que sería una buena candidata para el proyecto, teniendo como amiga a la nieta de Rogelio…- contesta Tony. ¡Menudo cabrón! Logró deducir que pondría mis ojos en ella.

– Pues sí… Fue de mucha ayuda…

– Profeee.. profeee…- me llama de pronto Zoe apareciendo frente a mi asiento. La blanconcita iba vestida con una remera blanca y un minishort cortito negro.- ¿No ha visto a Lizzy? La estoy buscando…

– Debe estar ocupada…

– Pero estamos jugando vóley con Mia y Celi… y nos falta una…

– Vale no te preocupes… yo voy con ustedes…- contesto levantándome de mi asiento. Tome de su manita a Zoe y nos dirigimos hasta el patio. Era una zona cubierta por un gran árbol que daba sombra a gran parte del lugar.

Allí encontramos a Celi y Mia lanzándose la pelota mientras practicaban. Ambas iban con remeras y minishort que las dejaba más cómodas para jugar.

– Zoeeee…. Te dijimos que llamaras a Lizzy, no al profesor mañoso…- se queja Celi al verme llegar con la blanconcita.

– Lizzy está ocupada niñas… Yo me uniré a ustedes jugando para Zoe…- contesto acercándome a Celi para molestarla y darle una nalgadita por su atrevimiento de llamarme así frente a las otras.

– Ay! Suélteme, profesor mañoso… Su lado es allí- señala la pequeña frente a Mia.

En completa calma, continuamos pasando la tarde jugando con Mia, Celi y Zoe. Ya durante la mañana las pequeñas entraron a la piscina, pero por el verano el sol se hizo muy fuerte en la tarde por lo cual decidimos que jugaran en el patio cubierto.

Después de un par de buen rato, Lizzy llegó desde la mansión hacia el patio donde continuábamos jugando. Se notaba algo incómoda por lo sucedido hace unos instantes.

– ¡Lizzy! Te demoraste mucho ya casi vamos a terminar….- la recrimina Celi a lo cual la pequeña culoncita solo se queda callada.

– Vamos… vamos… pequeñas no molesten a Lizzy… Juguemos un rato más para que ella también se divierta…

Y dejé que la culoncita tomara mi lugar mientras observaba como todas seguían jugando. Noté que la pequeña Lizzy aun se notaba algo adolorida cada que saltaba o caía en el pasto. Después la revisaría para verificar que no se les hubiera pasado la mano..

Cuando se aburrieron, las nenas comenzaron a jugar persiguiéndose, escondidas y otros juegos simples que las había instruido para que no siempre estén con la play u otros juegos virtuales. (Es algo que promuevo siempre con mis nenitas, de esa forma entro más en confianza con ellas)

Pasó otra hora y fue que pude notar el auto de don Razzioli saliendo de la mansión a toda velocidad… El susodicho se retiraba luego de gozar de mi pequeña Lizzy, para beneficio del Club. Lo sabré yo… la pobre se había vuelto la obsesión del viejo gordo y de seguro daría varias visitas para reencontrarse con la nalgoncita. Si bien el comienzo el primer trato fue por la hija de Cavalieri, terminaron juntando a Lizzy para completar un trío de niñas para deleite del viejo Razzioli.

Como ya se estaba oscureciendo, regresé con las niñas hasta la mansión y me encontré con Tony en la estancia. Las niñas subieron directo al segundo piso para ver en la TV unos de los programas infantiles de Celi. Aquella niña actuaba como si estuviera en su casa, por como conocía toda la mansión. Recordé que don Rogelio conocía a don Cavalieri, quizás antes tuvieron otra “visita”.

-¿Qué sucede? ¿Por qué está tan arreglado todo? – le pregunto a Tony cuando vi como habían arreglado la estancia. Había varias colchonetas de gimnasia y algunos potros alrededor de la sala.

-Hoy habrá una transmisión en vivo…- me dice el susodicho señalándome varias cámaras alrededor del salón.-… solo para 10 miembros Premiun del Club.

-¿Lo has arreglado todo tú? – pregunta extrañado porque no me hubiera pedido ayuda y me dejara jugar con las niñas en el patio.

-Lo pidió don Augusto, desea que participes como actor…- me sonríe Tony.

-Ya veo… pues bien, gracias por pensar que necesitaba descansar…-asiento revisando la decoración. Un trampolín y varias cuerdas de colgar pendían del techo.- ¿Quiénes estarán y cual será el tema?

-Veamos… Tendremos a Celi, Mia y Zoe de parte de tus niñas, y casi están por llegar Dayane y Marina…- me dice Tony con una sonrisa.

-Wow! 5 niñas? Y solo seremos 3…-

-Dirás 2… Yo tengo un encargo urgente. Por eso te quedarás tú y don Cavalieri…-me dice Tony.

-¿Solo nosotros 2? ¿A qué debo este honor?- pregunto bromeando.

-El tema es harem… vuestro pequeño harem de niñas gimnastas…- me dice Tony.- Las cámaras ya están programadas hacia la pc de la otra habitación… Cuando lleguen a las 7:00 pm, empiecen y salgan al centro… No se preocupen por otros detalles, nuestros espectadores quieren que todo sea espontáneo, sin ningún libreto.

– Con 5 niñas… Wow! Habrá que tomar algo de Cialix para durar la hora de transmisión.

-En el baño está todo… Ah! Una última cosa…- dice Tony sacando un par de colgantes que en el centro poseían una especie de pomada pequeña.-…esto es lo que te conté… Basta una aspirada y las niñas ya están con las cabezas dando vueltas… ¿Acojonante, no?

-Wow! Es el nuevo producto?- pregunto examinando los colgantes.

-Así es… De paso vamos a publicitarlo aquí… Las niñas van a querer quitárselos cuando se enteren de que es… así que ten cuidado de no darles mucho.. ¿Vale?

-Claro, tío… Cojones… La que vamos a liar con esta transmisión…

-Eso esperamos… ¡Disfrútalo! Algunos te tendrán envidia… yo no… jeje..

-Veamos si opinas lo mismo cuando veas el video… -respondo poniéndome el colgante y guardando el otro.

Pasó unos minutos y Tony tuvo que salir por el encargo urgente. Me dijo que habían llegado Marina y Dayane, y las enviaría al segundo piso cuando él saliera de la residencia.

Mis niñas seguían arriba viendo TV. Las instruí para que se pusieran sus conjuntos de gimnasta y bajaran cuando estuvieran listas, dejando a Mia a cargo, algo que no le cayó bien a Celi. También le dije a Lizzy que ella se quedaría descansando mientras las otras “practicaban”.

Bajé hasta el despacho de don Rodrigo Cavalieri que estaba muy lejos de la estancia. Toqué dos veces y demoró un rato en aparecer.

-¿Ya está todo listo? – pregunta el tipo saliendo de sus aposentos. Asiento y ambos nos dirigimos hasta su extenso baño, donde nos cambiamos de ropa para el video. Al salir de los servicios, le entregué uno de los colgantes y e inmediatamente el tipo entendió de que iba el asunto. Al parecer ya los había usado en su hija. ¡Menudo cabrón!

– ¿Su hija no está aquí?- pregunto mientras avanzamos por el pasillo, regresando hasta la estancia.

-Negocios…¡juajua!- ríe el tipo.- Tuvo que irse con Razzioli. Fue un pedido de mi compadre Augusto.

-Ya veo… Pues menudo regalo nos ha dejado don Augusto…- le digo una vez ingresamos a la estancia y podemos apreciar a las nenitas ya estirándose en los potros. ¡Menuda harem de niñas gimnastas!

-¿5 niñas? ¡Increíble! – exclama el tipo al ver a mis niñas y a las recién llegadas que ya venían con sus trajes de gimnastas dentro de la ropa, solo tuvieron que quitarse los jeans y remeras. Marina llevaba un leotardo entero morado, mientras que Dayane un body blanco y un minishort negro.

Mis niñas iban vestidas variadamente: Mia un minishort negro y remera sin mangas verde, Celi traía un leotardo turquesa y Zoe uno color celeste.

Miré el reloj y apenas quedaban 5 minutos para el inicio. Llamé a las niñas reuniéndolas y explicándoles cual sería la temática de la transmisión… Las 5 se asombraron sobre lo de los colgantes, e incluso Celi comenzó a decirle algo al oído a Mia por lo que presentía que las nenitas harían de todo por conseguir un poco de aquel “viaje” del cual se habían hecho adictas.

La alarma sonó, delatando que quedaba 1 minuto para iniciar. Las niñas se fueron a sus posiciones: algunas se estiraban en el potro, u otras como Marina practicaban saltos mortales en la colchoneta.

Junto a Cavalieri nos fuimos hasta el centro y esperamos la segunda alarma que indicaba el comienzo de la grabación… Cinco…. Cuatro… Tres… Dos… Uno….

¡Let´s go! Comenzamos con la grabación e inmediatamente nos acercamos a nuestro grupo de niñas. El tipo comenzó a ayudar a estirarse a Marina y Dayane que muy diestras en esto, dejaron que el susodicho las manoseara en todo su cuerpito, incluso metiendo mano por debajo de su ropa.

-Profesor mañoso, ¡Yo voy primero!- pide Celi subiéndoseme encima y queriendo tomar la pomada que estaba en mi colgante.

-Profe yo! – pide Mia tomándome de un brazo.

-Profe… me puede prestar esos huevos con los que jugamos! – me pide Zoe tomándome del otro brazo.

Las tres me bajaron el short y comenzaron a lamer mi verga erecta al verlas tan lindas con sus trajes de gimnasia. Zoe y Mia en mis bolas, dando besitos de cuando en cuando y Celi chupando el tronco cual líder de aquel trío de niñas.

¡Joder con estas niñas! Ni Marina y Dayane estaban tan desesperadas por la droga. Quizás porque son más pequeñas se han hecho más viciosas a ello, pero las otras sabían que moviéndose bien y dejando que Cavalieri las manoseara, obtendrían rápidamente lo que deseaban del susodicho.

Saqué un par de huevos vibrador y comencé a pasárselos por las rajitas de Mia y Zoe. Ambas niñas estaban muy sensitivas a causa de la pomada. Fueron las primeras en recibir su dosis dejando a la putilla de Celi al último.

-¿Porqué?- protesta Celi al ver que sus amiguitas aturdidas se pasaban los huevos vibrador.

-Joder…siempre estás faltando el respeto a tus mayores…-le regaño a la niña tomándola de su manita y colocándola en 4 sobre la colchoneta. Tomé algo de lubricante de mi bolsillo- Ahora… vas a dejarte dar duro, si quieres aspirar un poco…

-¡No es justo!

-Jeje… ¿Acaso no quieres? – le digo moviendo la pomada en su frente al mismo tiempo que acaricio su colita. Celi se quedó callada y haciendo su cara de puchero cuando no le cumplían sus caprichos.

-Ainsss… Pero rápido, profesor… Ya quiero…-pide Celi cediendo cuando le abrí su leotardo revelando su rajita y anito al cual comencé a rociar de jabón para una mayor suavidad y desliz de mi verga que ya estaba erecta.

-Ufff… así pequeña aguanta…Ufff- bufo al momento de acercar mi verga a su colita presionado su esfínter e invadiendo a la putilla de Celi.

-Mmmm!!! Ay! Ah! Ya está… ¿Está feliz, profesor mañoso? ¡Deme de la pomada especial! – pide la putilla en 4 recibiendo mi verga en su colita.

-Ufff!!! Respeta a tus mayores, putilla!! -le espeto comenzando a invadir su colita y luego salir en un vaivén placentero del cual esperaba gozar a plenitud una vez comenzara a darle duro a la niña.

-Ahh!!! Ahhh!! Siii!!! Deme duroo!! Profesor!!- empieza a gemir Celi sabiendo que me excitaba que hablara como salida mientras garchábamos. ¡Joder! Me dije que lo mejor sería darle la pomada de una vez, igual ya estaba cogiéndomela a esa putilla.

-Toma!!- le digo cuando aun dentro de la niña le acerco la pomada a su naricita.

-Ummm!!! Ahhh!!! Siii cariii… Dame duro en mi colita!!

Y reanudé la cogida a esa putilla que ya excitada fue vía libre para el acceso carnal que gozaba al meterle verga. La putilla resistió muy bien todos mis embates durante varios minutos de delicioso sexo anal con una niña de 7 añitos, hasta finalmente desfallecer y dejarle mi primera ración de esperma dentro de sus intestinos.

-Ohhh!!! Ufff… ,muy bien putilla.. Eso fue un buen inicio… Jooo!!- me deleito al ver mi leche salir de su culito mientras la nena respiraba entrecortadamente.

Acto seguido decidí cambiar y cogerme a Zoe que ya parecía acostumbrada a recibirme dentro de su colita. ¡Qué delicia de niña! Estar en su interior y ver el contraste de su piel blanquita con la mía, era un deleite del cual me podía volver adicto.

Un rato después, fijándome la hora pude darme cuenta que sonaría la tercera alarma que indicaba que debíamos intercambiar grupo de niñas.

Si bien no había un libreto para esta transmisión, si se mantenía la variedad que necesitábamos para el tema “harem de niñas”, por lo cual debíamos intercambiar entre cada grupo de niñas.

Cavalieri parecía muy interesado en Mia, por lo cual no tardó en follársela por delante. ¡Menuda nueva experiencia es cogerse a la blanconcita!

-Ufff… Mffff!!!mfff!!!- bufaba Cavalieri abriendo a la pequeña Mia.

-Ahhhh!!ahhh!!!- gemía la blanconcita mientras el viejo la tenía cargada sobre el potro, con su verga dentro de su rajita de la nena de 7añitos.

El tipo la movía manipulándola cual si fuera una muñeca que solo le entrega placer. De pronto optó por echarse sobre la colchoneta llevando a Mia aún con su verga dentro de ella.

-Ummm…ahhh…ahhh…-gime la nena siendo maniatada por el sujeto.

-Ufff…ufff …Ufff…- bufaba echado mientras la nena subía y bajaba sobre su verga.

De pronto llega Celi y se le para encima de su rostro, mostrándole su sabrosa rajita frente al tipo. La nena toma su collar de Cavalieri e inhala el contenido de la pomada.

-Mmmm!! Señor Rodrigo por favor lama mi rajita que me pica mucho…Mmm!!

-Aquí preciosa… Hummm!!!- le dice el viejo moviendo su lengua viperina justo cuando Celi desciende hasta él flexionando sus piernitas para impactar su rajita.

-Mmmm!! Siii señor Rodrigo lama bien mi rajita!!- le dice Celi tomando la cabeza del tipo y pegándola a su pepita.- MMM!!! Siii.. lámala asíiii… mmmm!!!

-Ahhh…ahhh!!- gemía también Mia abierta en su rajita por el susodicho mientras lamía a la putilla de Celi, por otro lado seguía abriéndole la vaginita de la blanconcita.

Muy cerca de ellas, Zoe seguía con el huevo vibrador en su rajita mientras contemplaba a sus amiguitas muy contentas por entregar sus delicados cuerpitos a cambio de un poco de esa droga para niñas.

Ella estaba muy bien con la dosis que le di al inicio, pero Mia y Celi que últimamente recibían más dosis que las otras, habían desarrollado una resistencia hacia la droga. Sobre todo Celi, que ahora necesitaba de más que una sola aspirada para sentirse de la misma forma.

De igual forma, teníamos a Marina y Dayane, que ahora luchaban conmigo para recibir su dosis de pomada. Ellas al ser alumnas de Tony, ya tenían experiencia recibiendo la droga antes de coger…

-Dele, profesor Arturo… Una aspirada más…- pide Marina lamiendo mi verga.

-A ver nena, le digo acercándome y dejando que ella y su amiga, inhalen un poco de mi pomada.

Inmediatamente ambas nenas comenzaron a chuparme la verga con más soltura mientras se dedeaban sus rajitas. ¡Que espectáculo!

Voltee a mirar como se encontraban mis otras nenitas….

-UMMM!!! Ahhh!!! SIII!!!- gime fuerte Celi mientras se pasaba un enorme vibrador sobre su rajita.

BRRRRRR!!! El enorme fálico temblaba a una velocidad increíble al punto de arrancar jadeos y gemidos de la putilla Celi quien parecía enfrascada en disfrutar al máximo, mientras que por otro lado el tipo que debía atenderla seguía concentrado en su batalla carnal con la pequeña Mia. La estaba abriendo por su rajita subiéndola y bajándola sobre su verga… ¡El tipo aceleró sus embistes sintiendo como la blanconcita estaba a punto de venirse!

-¡Haaaa!!! Ahhhh!!!- gime finalmente Mia en pleno orgasmo infantil.

De pronto Cavalieri, suelta a la blanconcita que parecía desfallecida en el suelo con su rajita emanando esperma de su penetrador. Otra niña blanconcita se acerca al susodicho.

-Señor Rodrigo… ¿desea agua? Lo dejó aquí el profesor Tony- le dice Zoe entregándole una botella al tipo. Me pareció haber visto estas botellas a un costado del salón.

-Gracias preciosa…-le dice el tipo girando la tapa y refrescándose. De pronto el tipo tomó a la niña y se la llevó hasta otra colchoneta.-… Ahora ven conmigo Zoe, es tu turno…

Cavalieri la puso en 4 sobre la colchoneta y le abrió su leotardo celeste revelando la colita blanquita de Zoe y abriendo sus nalguitas dejando ver aquel agujerito bendito de la niña.

-Señor … tenga cuidado…

-Jeje… muy pronto verás que te gusta, Zoe- le dice el tipo acercando la pomada a la naricita de la nena y dejándole aspirar.

Inmediatamente mi alumnita comenzó a tambalearse mientras el susodicho la volvía a colocar en posición de perrito.

-Uff…. Muy bien nenita… quietecita bebe… Ohhh….ohho…- le dice Cavalieri justo cuando se empuja raudamente en el esfínter de la hermosa niña de 6 añitos.

-Ahhh… ahhh- gemía Zoe enculada por el tipo.

-Ohhh…ohhh…Joder… que apretadita niña… Fuuufff!!- bufa el tipo cogiéndose a la blanconcita.

La tuvo en aquella posición, accediendo carnalmente a la hermosa niña mientras ella respiraba entrecortadamente por el roce en su esfínter. ¡Sin embargo yo tenía otras niñas que satisfacer!

-Profe!!- me dice Marina justo cuando se me sube encima, ocasionando que me caiga contra la colchoneta de la sorpresa.

-Deeeme un poco más… si?- dice la niña tomando mi pomada y queriendo respirarla.

-Joerr… si te doy más te puede hacer mal, niña..- le respondo justo cuando Dayane se me sube encima con su rajita abierta y apuntado hacia mi polla.

-Ella también quiere, profeeee…- dice Marina señalando a Marina.-… Verá que nos dejamos coger..

Sin más que pensar, dejé que ambas nenas dieran otra aspirada a la pomada e inmediatamente tomé la rajita de Marina comenzando a lamerla mientras Dayane solita se deja meter la verga en su cuquita.

-Ohhhh!! Mmmm!!! Ufff!! Muy bien Dayane… te mueves muy bien pequeña… Ufff- bufo al ver como la niña de casi 11 años se adentró mi verga en su rajita.

-Ahhh!!..ahhh!!- de pronto la niña comienza a meter y sacar mi miembro de su vaginita. ¡Qué delicia! Esa niña de casi 11 añitos era un manjar que probaba por primera vez y aún estaba apretadísima.

-Ummm!!! Profe… un poco más… lama lama…Mmmm!!- gime Marina cachondísima por la pomada y disfrutando de la comida de rajita que le daba.

¡Un dúo de niñas preadolescentes sin igual! Ambas muy lindas, son imposibles de rechazar. Me las cogí raudamente deseándome vacear en sus agujeritos de princesas. ¡Un placer sin igual!

Una vez que logré correrme dentro de Dayane, procedí a tomar a Marina para llevarla hasta un rincón y darle duro en su rajita.

-Mmm!!! Mmmm!! Siga profeee…Ahhh!!- gime la niña de 11 añitos mientras era invadida por mi verga en su rajita en pose de misionero.

-Ufff!! Muy bien preciosa… Ufff…- bufo mientras me la cogía y Dayane se me colgaba del cuello para aspirar otro poco de la pomada.

-Ahhh…ahhh… mire profee.. esto nos enseñó el profesor Tony de los videos…- dice Marina cuando Dayane se arrodilla y gateando llega hasta la unión de nuestros sexos y comienza a lamerme debajo de las bolas.

-Ufff.. Ohhh!!! Cuidado pequeña… lame solo allí no vayas más abajo… Jooo!!- exhalo al sentir la lengua de la niña de 10 años debajo de mis testículos arrancándome oleadas de placer que no tardé en trasladar en impulsos para cogerme más raudamente a Marina…

-Ahhh!!! Ahhh!!! Siii profeeee!! Que ricooo… mmm!! – gime la niña cuando comencé a taladrarla más rápidamente en su rajita en pose de misionera.

-OHHHH… JOOOODERR!!- exhalo extasiado cuando Dayane baja mucho sus lamidas hasta debajo de mis testículos y termine viniéndome en una nueva oleada dentro de la rajita de Marina.

¡Impresionante! La cabeza me dolía por el Cialix pero aún seguía con la verga erecta y el deseo de cogerme más niñas… Toda aquella orgía de nenitas me tenía sobre estimulado al punto de reducirme a un vil macho copulador, que buscaba nuevas emociones… algo que me deleitara mucho más que la última niña.

Voltee y mire alrededor para encontrarme con Zoe justo cuando la nena se echaba crema en su colita. Desde mi posición veía su rajita blanquita, aún virgen y reservada por Tony para mejores postores… ¡Al demonio! ¡QUE SE JODA ESE CABRÓN! , pensé envuelto por tanta lujuria.

Sin otro propósito que el carnal, me dirigí hasta la pequeña Zoe que aun se sobaba por la enculada que le dio Cavalieri…

-Profe?- pregunta la niña cuando la eché sobre la colchoneta y abrí su rajita.

-Venga Zoe, vamos a jugar por aquí…- le digo sobando su delicada rajita.

-Profee!!- protesta la niña cerrando sus piernitas.- No! Tengo miedo!

Sin embargo yo ya estaba fuera de mí, tomé a la pequeña Zoe y sin hacer mucho caso volví a abrirla de piernas para revelar su tesorito ante mí.

-No, profe… Por allí no…- me reclama la niña.- Me da miedo….

-Tranquila pequeña… Ya verás que pronto vas a sentir rico igual que en tu colita…

-Perooo… noo…- protesta Zoe, sin embargo tomé la pomada y se la hundí en su naricita…

-Profe…-solo atinó a decir la niña antes de dejarse caer sobre la colchoneta muy mareada.

¡No tenia tiempo para sus protestas! En esos momentos veía a Zoe solo como una muñeca de placer y no pensaba en darle la menor importancia sus pedidos. ¡Cuanta soberbia invadía mi ser!

-Ummm… Ayyy!- protestó Zoe pero sin poder moverse cuando levanté sus piernitas abriéndolas y comencé a abrirla en pose de misionero.

-Ufff… que linda rajita tienes Zoe… Un poco más… Joder!!!- exclamo sintiendo como aquella estrechez de su vaginita intentaba expulsarme pero mi miembro avanzaba raudamente queriendo vencer su virginidad adentrándome para levantar mi bandera en una niña más agregada a mi historial de ped**.

-Ahh… Ayyy…. Ahhh…

-Ohhh… Ohhh… que apretadita Zoe… Que linda rajita… Joder…

-Mmmm Ayyy… Ahhh!!- gemía la nenita mientras me movía suavemente y un hilo de sangre manchaba mi verga en cada embate a su tierna panochita.

Me movía lentamente queriendo abrirla de a poquito y poder disfrutar extasiado de aquel fruto prohibido en forma de niña de 6 añitos. ¡La blanconcita seguía apretando mi verga! ¡Cuánto éxtasis puede llegar de desvirgar de una niña pequeña!

Con sus amiguitas de espectadoras y que solo se pasaban sus vibradores por sus rajitas, seguimos cogiendo mientras la aturdida Zoe daba quejidos agudos por momentos cuando mis ímpetus por cogerme su rajita se volvían desesperados. Mis ansias por deleitarme de su tesoro de niña, podían más que mis precauciones y en ocasiones me hacían acelerar la cogida hasta que finalmente no pude más… ¡Estaba listo para expulsar mi esperma dentro de ella!

-OHHHH!!! JODERR!!- exhalo totalmente fuera de mía al dejarle otra ración de mis fluidos en la rajita de Zoe quien cayó sobre la colchoneta totalmente abierta por su rajita.

-Uuuuhhh.. me duele mi rajita…- se lamenta Zoe sobándose y recibiendo unas toallas de sus amiguitas para limpiarse la sangre y semen de su rajita.

-Ya no llores… inhala… aver…- le digo dándole otra ración de la pomada y a pesar de que aún gimoteaba, esto ultimo volvió a aturdirla al punto de dejarla sin dolor, solo gimoteando.

-A ver… ya no llores… ya pasó- le decían Celia y Mia, a su amiguita consolándola al mismo tiempo que le daba un vibrador. Ambas muy estimuladas no se opusieron o protegieron a su amiguita. ¡Increíble!

Luego de degustar de aquel manjar que consistía en la virginidad de la pequeña Zoe, caí rendido bebiendo otro sorbo de agua para refrescarme. La hora estaba por finalizar y aún deseaba encular a Mia antes de que se acabara la cinta para el video grupal. ¡Seguía dispuesto para la batalla!

Mi verga aún estaba erecta por el Cialix que tomé para la grabación, sin embargo sentía las piernas un poco débiles. Fui hasta la mesita y tomé otro frasco de agua para refrescarme.

-¿Profe, está bien?- me pregunta Mia cuando la aparté hacia un costado con el fin de gozarla.

-Sí, preciosa… solo un poco.. mareado…-le digo sintiendo que la cabeza me daba vueltas.. Ese sentimiento regresó cuando bebí del agua que había en la mesa- Tu solita harás todo ¿vale?

-Siii profee..¿por donde me dará, adelante o detrás? – pregunta la blanconcita.

-Por detrás mi vida…-digo cayendo sobre la colchoneta y señalando su culito.- Muéstrame cuanto has mejorado…Ufff!!

Llego a bufar cuando Mia muy diestra en estos menesteres, toma mi verga erecta y la apunta a su colita, permitiéndome aquel acceso carnal bendito a su esfínter.

-Ummm!! Ahhh!!! Ahhh!!- Mia comienza a montar sobre mi miembro en pose de araña, mirándome con sus ojitos imitando a Celi cuando me monta con su colita.

¡Exquisita imagen! Observar como tu verga desaparece en el culito de tu niña mientras ella te mira gimiendo, puede ser de las sensaciones más desquiciantes que existen… pueden llevarte a placeres inimaginables, sentirte que estas volando, imaginarte el paraíso terrenal, sentir que tus párpados caen queriendo…

¡Hey ! ¡Un momento! Mis párpados iban cayendo… todo mi cuerpo se iba poniendo lento y adormecido mientras observaba a la blanconcita Mia montar sobre mi verga… pero a la vez todo iba desapareciendo, la habitación se iba poniendo oscura… ¡Qué coño está pasando aquí!

No pude encontrar fuerzas para levantarme, las pocas que tenía iban despareciendo y yo iba cediendo a aquel impulso que me ordenaba permanecer echado y nunca despertar…

(*********)

Cuando comenzaba a despertarme, a mi alrededor escuchaba el sonido de una sirena. Voces hablando de un lado al otro mientras varios pasos iban de un lado al otro. Recordaba haberme desmayado sin ropa pero ahora estaba cubierto por un conjunto de pantalones y camiseta.

-¡Vístase! – me dijeron mientras aún seguía con la somnolencia y la migraña que no se me iba.

Casi como un zombie y sin aguzar la vista a mis captores, comencé a vestirme por costumbre y en poco rato ya estaba listo.

Mientras seguía con los ojos cerrados distinguí conversaciones muy cerca de mí. Luego se acercaron y no se porque pero me ayudaron a atarme los cordones antes de volver a levantarse..

Aún desperezándome sentí como otro tipo se acercó a mí y junto al que me ayudó me amordazaron antes de llevarme a rastras hasta una patrulla a las afueras de la mansión.

Las voces a mi lado me decían declaraciones acerca de mis derechos, mientras me jalaron hasta una camioneta estacionada frente al condominio de don Cavalieri… No lograba divisar por ningún lado a mis niñas. Sin embargo por el rabillo del ojo pude ver como también detenían a Rodrigo Cavalieri que solo estaba cubierto por una manta mientras era escoltado por otros oficiales.

Cuando estuve más consciente pude recordar como hace varios meses me pasaba lo mismo después de gozar de Tracy… ¡No puede ser! Nononono… ¡Esto no podía volverme a pasar!

Conmocionado y sin palabras fui conducido por la policía quienes tuvieron el tupe de dejarme vestir, antes de llevarme a la carceleta.

En completo estado de shock recuerdo algunas palabras del comisario: ”producción de porn**** inf***” justo antes de que intentaran obligarme a firmar una declaración a la cual me negué y tras la cual pasé dos noches en una carceleta mugrosa, rodeado de delincuentes y roedores, que solo era un primer vistazo del infierno que me esperaba, cuando a los 3 días fui enviado a la definitiva después de intentar reunirme en vano con algún abogado. ¡Haga algo, joder!

Pero era en vano, nadie me escuchaba. Fue inútil que intentara desligarme de algún cargo. A sus ojos era culpable y no había otra salida más que esperar meses por un juicio que sentía que perdería y con ello llevaría mi vida por la borda. ¡Completa desesperación!

Por años siempre me preguntaba como terminaría… y tal parece que mi fin estaba cerca. Sin embargo, habían tantas preguntas en mi mente aturdida del porqué me estaba pasando esto. ¡¿En qúe demonios había fallado?! ¿Dónde estaban los otros miembros del Club? ¿Nos habían arrestado a todos o solo a unos cuantos?

Solo y abandonado sin nadie que pudiera ponerme en contacto con Tony o don Augusto, en busca de respuestas y una posible ayuda, me dejé esperar en una celda que pagué previo soborno a los guardias con el poco dinero con el que contaba en mis bolsillos… Aguardando enjaulado por una ilusoria salvación…

…………………………

*El siguiente extracto fue redactado en base a los testimonios de Rebeca y a algunos detalles deducidos de sus interacciones*

Han pasado varias semanas después de la clausura del colegio de Rebeca. Ya no habían clases pero las alumnas del club de vóley aún visitaban el colegio para sus entrenamientos.

Era una tarde calurosa después de la práctica, pero en el almacén de deportes del colegio mixto *******, sobre una colchoneta en el suelo, se podía apreciar una candente escena.

-Ummm!!! Profe chúpelo más… Jummmm!!!- murmura Melina mientras se sienta encima del rostro del afortunado profesor Pablo que tomando las caderas de la niña apertura al máximo su vagina para introducir su lengua bailarina que deleita a la nenita de 10 años.

-Brrrrrr!!! Brrrrr!!!- babosea el docente sobre la rajita de la niña.

-JUUUUM!!! Ahhh!!! Profe que bien lo hace!! Ahhh!!- gime Melina observándose como su maestro masturbaba a la pequeña.

-Muy bien Melina, pero no dejemos fuera a Rebeca… Se nota que desea participar ¿no es así?-pregunta Pablo a la nena señalando con la cabeza a mi niña que estaba arrodillada al costado del profesor.

-No se preocupe, yo le enseño… ven Rebeca!- le dice Melina a mi niña jalándola hasta frente a su maestro. El tipo seguía echado boca arriba sobre la colchoneta con el buzo de deportes.

Melina tomó el borde del buzo de su maestro y lo descendió revelando una verga mediana y dormida que impresionó a ambas niñas.

-¡Hazlo como yo y verás como se pone! – le dice Melina amasando el miembro de su maestro mientras Rebeca también le sigue el juego a su amiga y comienza a masajear el tronco de aquel pitote que comenzaba a crecer con el contacto de ambas criaturas.

-A ver Melina ¡dale unos besitos!- pide el maestro.

-¿Así? Jummmm!!!- pregunta la niña desoyendo y no solo dándole besitos, sino que se introdujo la punta de la verga en su boquita.

– Se está haciendo más grande…-dice mi niña impresionada al ver como el pitote de Pablo empezaba a adquirir proporciones.

– Siii… ya verás como se pone… A mi no me entra toda…

– Muy bien, niñas… Rebeca, observa como Melina realiza estos “ejercicios especiales”, así ella se ha vuelto muy buena en vóley… Fuuuff!!- bufa el tipo cuando Melina comienza chupar intensamente.

Mi niña fingía conmoción al ver a su amiguita desenvolverse tan lujuriosa con su maestro de inglés… aun cuando ella había hecho cosas similares con su papi y si ella misma lo deseaba podía darle a ese docente, el mayor placer carnal que existe… Pero no deseaba mostrarse así frente a Melina o eso podía delatar lo que vivió con su papi.

¡Sí! Lo mejor sería dejarse llevar, pensó mi Rebeca. Que Melina sola la guíe en aquella lujuriosa situación…

– No me entra toda ni siquiera aquí…- dice Melina intentando un garganta profunda pero quedándose con arcadas…- Puaghh!!

– ¿Quizás a Rebeca si le entre? – pregunta el docente mirando a mi niña quien sabía que estaba en deuda con su profesor.- Anda, Rebeca. Es tu turno…

-No sé, profesor… – se excusa mi niña avergonzada.

-Inténtalo pequeña… Ya verás como te conviertes en una buena jugadora de voleyball… – la anima el profesor.

Mi niña tomó el pitote con sus dos manitas y acercó su boquita hasta el, para comenzar a chupar la verga de su afortunado maestro.

-Fuuuffff!! Muy bien pequeña!- atina a decir el docente.

Mi niña siguió chupando la verga del profesor junto a su amiguita que parecía contenta de tener una nueva compañera en estos menesteres. A pesar de que intentaba fingir inocencia, mi niña comenzó a actuar naturalmente y le chupaba el pitote de forma sabrosa al punto de arrancar varios resoplidos de su maestro.

-Fuuu!! Que bien lo chupas, Rebeca… Fuuff!!

-A que aprendió rápido, profe?- pregunta Melina sobándose su rajita. Pero tal parece que ella no quería quedarse atrás porque poco después movió a mi niña.- Ponte a un costado, yo también quiero…

– Con cuidado Melina… no te hagas daño…- le advierte el profesor Pablo cuando la niña monta sobre él. ¡Joder, con la amiga de mi Rebeca! ¡Estas niñas de hoy son más atrevidas a tan temprana edad!

Al ver tal atrevimiento, mi niña comenzó a recordar como habían terminado las cosas de esta forma…

Recordó aquella tarde después del incidente con el profesor Córdova, cuando Pablo llevó a mi niña hasta un aula y ella le confesó que su maestro de ciencias la acosaba al punto de hacerle lo que él mismo vio en el auditorio del colegio. ¡Mi niña se sintió arrinconada!

Rebeca pensaba que no tenía otra opción más que hablarle, pero también se cuidó de no contar lo sucedido en su departamento o podría poner en riesgo a su papi si Pablo hacía otras preguntas.

El profesor de inglés la escuchó cortésmente, consoló a mi niña y le dijo que iba a solucionar sus problemas pero que no le dijera a nadie de los sucedido, ni a sus padres porque podrían alarmarse por lo sucedido. La trató muy bien al punto de hacerla sentir muy segura de ella, frente al vulgar acoso del profesor Córdova.

La dejó retirarse sin más y mi niña tampoco me contó nada de lo sucedido con este nuevo maestro.

Habiendo sido profesor, yo entendí perfectamente este movimiento de Pablo. Os explico: cuando suceden este tipo de incidentes en un colegio, lo ideal es no asustar a los padres de familia y manejar la situación lo mejor posible (incluso hablando con la psicóloga del colegio para convencer al menor de no contárselo a sus padres, a cambio de separar al maestro).

¿Os parece raro que no se denuncie? Claro que esto sería la opción correcta a ojos de la sociedad, pero cuando estás en un cargo como profesor o director, sabes que la mancha de una denuncia no se quita fácilmente de la reputación de un colegio y puede incluso agitar a los padres de familia contra la institución. Por lo cual se maneja de manera discreta si los padres aún no se enteran del incidente.

En la mente de Rebeca, ella pensaba que era mejor no preocuparme hasta que su profesor Pablo le dijera como se iba a deshacer de Aquilino Córdova.

Su maestro de inglés y vóley la había hecho sentir muy cómoda y segura por como le habló y le dijo que no tuviera miedo. Además que el tipo se había ganado la confianza y era el preferido por todas sus amiguitas del club de vóley.

Sin querer, debido a todos los proyectos con mis niñas gimnastas y Anita, fui descuidando a mi Rebeca, por lo cual ella iba perdiendo un poco de su confianza y esto termino logrando que ella compartiera esta confianza perdida con este docente.

Pasaron las fiestas y llegó la época de reinicio de sus entrenamientos, cuando el profesor Pablo la llamó a su oficina después de su penúltimo entreno de vóley con su grupo de amigas.

Mi niña no cabía en felicidad cuando Pablo le anunció que a partir de ahora no necesitaba preocuparse por los acosos de su profesor de ciencias, que él ya le había dejado claro a su colega que no iba a tolerar que la siguiera acosando de esa forma y Córdova aceptó no volver a interactuar con mi niña.

-Ahhh!!! Ahhh!! Siii… profeee!!! Jummm!!- gime Melina montando a su vergudo profesor pero sin ser penetrada por completo. A la niña le bastaba con tener parte de la verga de su maestro, dentro de ella. La tenía loquita solo con ese tamaño y grosor, pero sin dañarla por completo.

-Fuuufff!! Sigue así Melina… Mira bien Rebeca… Fuuff!! Así entrena una futura as del vóley!! Fuufff- le dice el maestro a mi niña que observaba con deleite como su amiguita era taladrada por su maestro.

Mientras su amiguita montaba al docente, volvió a recordar como a la siguiente clase, el profesor Pablo le contó que ahora ella debía aprender algunos “ejercicios especiales” para empezar a convertirse en una as del vóley.

Al comienzo mi niña no pensó nada malo de todo ello, pero al día siguiente (hoy) cuando junto a Melina, ambas esperaron afuera del almacén de vóley… quedó demostrado que aquellos “ejercicios” no eran más que una excusa para aprovecharse de ella.

Ambas niñas entraron y cuando su profesor explicó con lujos de detalles lo que harían bajo la excusa de “prácticas adicionales”, supo que el objetivo del profesor Pablo era degustar de su escultural figura. ¡Ni Aquilino fue tan poco sutil!

Sin embargo mi niña se quedó pasmada cuando Melina le dijo que sí y que ayudaría a Rebeca a introducirse a estos ejercicios. Mi niña no sabía que hacer, pero no deseaba quedar mal ante su amiguita y ante aquel profesor que acababa de ayudarle a deshacerse de su acosador.

-Ahhh!! Ahhh!!- gimió fuerte Melina delatando su orgasmo infantil y cayendo hacia atrás de la colchoneta justo cuando su maestro la empujó para que no se lastimara.

-Fufff!! Muy bien pequeña… aunque aún sigo duro… quizás Rebeca pueda tomar tu lugar…- insinúa Pablo a mi niña invitándola a subirse encima de él.

– No sé, profesor… – le dice Rebeca no tan convencida pero algo curiosa por como gimió Melina.

– Vamos, Rebeca… así serás incluso mucho más hábil que las titulares de 8vo grado…- la anima el susodicho antes de levantarla y bajarle su minileggin de voley junto a sus braguitas…- Muy bien… Fuufff… que linda estás Rebeca….

Mi niña algo cohibida porque la viese así su maestro, se dejó manipular sabiendo cuales eran las intenciones del susodicho… sin embargo aún no se sentía preparada para ello. ¡No podía traicionar a su papi de esa forma!

-Profe… tengo miedo… no sé como son estos “ejercicios”- le dice mi niña.

-Tu tranquila, Rebeca… aún no te forzaré a que lo intentes como Melina… Pero vamos a practicar…

-De seguro es virgen, profe- le dice Melina acercándose a ambos.

-Oh, de acuerdo… vamos a ir con calma, Rebeca… trae el aceite, Melina.

La amiguita de mi niña, le alcanzó a su maestro un frasco y este lo roció por todas las pompas de mi Rebeca hasta dejarla bien aceitosa con aquel fluido, al punto que podía deslizarse fácilmente por sus carnes.

-Fuufff… muy bien… ahora… siéntate asiii… Fufff!!- bufo el profesor Pablo cuando hizo que mi niña lo cabalgara estando él echado en la colchoneta, pero la verga del tipo se colocaba justo al medio de las nalgotas de mi niña.- A ver.. Melina ayúdala…

-Ya culoncita… – le dice Melina a mi niña imitando el apodo que le puso Miriam-… muévete subiendo y bajando, así son los ejercicios especiales…

Melina la tomó de sus nalgotas para que aprisionaran el falo de su maestro y acto seguido mi niña comenzó a darle unos buenos sentones a Pablo.

-Fuufff!! Muy bien pequeña… Muévete… asiii- la anima el profesor Pablo gozoso de poder sentir aquellas pompas golpeándole la pelvis mientras su verga bailaba en la rajota de mi niña. Sin penetrarla y todo pero al menos podía degustar de unos lentos sentones mientras de seguro se imaginaba garchándosela de verdad y no solo con unos tímidos roces.

-¿Así esta bien profe? – pregunta mi niña sin saber si su maestro estaba disfrutando y si ella se estaba mostrando muy experta, lo cual no quería para no delatarse frente a él y Melina.

-Fuufff.. muy bien Rebeca… no falta mucho! Fuufff!!- bufa el profesor sintiendo su piel rozar con la de la exuberante niña cuando finalmente no pudo aguantar más..- Fuufff!! Ohhh!!!

Al soltar aquel resoplido, su largo miembro comenzó a expulsar esperma el cual le cayó primero a Melina que estaba al frente y luego dio a la espalda de mi niña, manchando su remera de voley.

-Profeeee.. ya se vino…- le dice Melina sobando el miembro de su maestro mientras mi niña se levantaba de él y se paraba al costado para dejar que su amiguita siguiera limpiando el falo de Pablo.

-Así es, niñas… Lo hicieron muy bien… ambas….y Rebeca por fin inició sus “ejercicios especiales”…

El tipo se irguió y ayudó a las niñas a limpiar y ordenar el almacén para no dejar rastro de aquella escena.

-Pero profeee… se ha demorado mucho… ya es la última clase del verano…- protesta Melina mientras lo ayudaban.

– Sii, Melina… pero la profesora Mirtha y yo estuvimos muy ocupados después de los entrenos… cuando volvamos a clases y a los entrenos habituales, las volveré a llamar para seguir “practicando”

-Siii profeee…- le dice Melina abrazándose a su maestro mientras mi niña les observa de lejos. Se sentía como más protegida con esta situación, y el profesor Pablo no era tan malo con ella.

A diferencia de Aquilino Córdova, mi niña sentía que el había sido más amable y el tener a Melina junto a ella la hacía sentir más segura. Era obvio que era otro de los adultos que deseaba aprovecharse de su escultura figura, tal y como su papi le había contado.

¡Pero al menos la alejaría de aquel vulgar docente! Ya con su papi, planearían algo de como lidiar con el profesor Pablo si este se propasaba con ella… Hoy mismo le llamaría para contarle todo lo sucedido.

Le caía bien el profesor Pablo, pero había prometido contarme si algún otro adulto la seducía.

-Muy bien, niñas… espérenme aquí mientras reviso que no haya moros en la costa…-dice el profesor Pablo saliendo y dejando solas a las niñas dentro del almacén.

Fue apenas unos segundos de silencio entre mi niña y su amiguita.

-¿Desde cuando “entrenas” con el profesor?- pregunta Rebeca de pronto.

-¿Desde cuando follamos? – le responde Melina con otra pregunta a mi niña quien avergonzada la calló para que no las escuche el profesor.

-Ya, tonta! No te cortes… Pues le sigo el juego de los “ejercicios” y a cambio podemos follar… ¿Ya viste el tamaño de su polla? – le pregunta Melina a mi niña que al escuchar esto de su amiguita se sonroja.

Mi niña estaba acostumbrada a hablar como salida conmigo y a veces podía seducir adultos, pero todo dentro de su tiempo y lugar. Podía hacerlo si yo se lo pedía, pero no era su normal comportamiento con otros. Soportaba todas aquellas palabras de sus amiguitas, porque pensaban que solo eran bromas y no las deseaba incomodar. ¡Jamás imaginó que de verdad aplicaban todo lo que decían!

Además, ella había dejado aquella faceta fuera de sus amiguitas, solo reservada para nuestros encuentros y algunos pedidos de mi parte para seducir algún viejo en nuestros planes.

No deseaba que sus amiguitas se enteraran y quería abrirse poco a poco con ellas. ¡Sin embargo ahora ellas eran las que le mostraban más cosas a mi niña! ¡Melina prácticamente le confesaba que ella llevaba tiempo cogiendo con su maestro! ¿Su amiguita acaso había deducido que mi Rebeca no era tan inocente como parecía?

– Siii… pensé que Miriam te conto de él….- insinuó mi niña con curiosidad.

– No, tonta… El vino después de los entrenos, me encontró saliendo de las duchas y me llevó al almacén para unos “ejercicios especiales”,… me empezó a tocar y luego…

Melina comenzó a relatarle a mi niña que escuchaba absorta aquel resumen de cómo el atrevido profesor Pablo había tomado ventaja de su alumnita, al punto de poder follársela a sus 9 añitos. ¡JA! Digo tomar ventaja, pero bien que Melina ya tenía experiencia en estos asuntos y de seguro fue muy fácil de seducir por el atlético docente que la atrajo desde el comienzo.

-¿Y a ti no te molesta? ¿Cómo viniste? ¿También te quiso engañar con lo de los “ejercicios de aprendizaje”? – pregunta Melina inquiriendo a su amiga.

-Ehh…. Siii…siii..- responde mi niña sin revelarle a su amiguita que ella actuaba todo para mantener el secreto de su papi y lograr que el profesor Córdova no la vuelva a acosar, teniendo a Pablo como su protector en el colegio.

– Pues no le digas nada a los demás… tampoco se lo cuentes a Miriam… ya sabes como se pone… – le dice Melina a su amiguita. ¡Joder con ese tipo! La tenía embobada a la niña al punto de que ahora instruía a otras para que no les delate.

– Pero…- empieza mi niña.

– Ahora shhh!! Que ahí vuelve el profe…- le dice Melina a Rebeca cuando siente los pasos de vuelta de su maestro.- Luego hablamos…

-Listo, niñas… Ya pueden irse… pero de una en una…- les dice el profesor Pablo regresando de su breve vigilancia para asegurarse que no había nadie mirando hacia ese armario de limpieza y por tanto no notarían cuando ambas niñas tuvieran que salir de aquel escondite.

-¡Yo me adelanto! – pide Melina saliendo apenas el profesor abrió un espacio en la puerta. La amiguita de Rebeca bajo por las escaleras hasta llegar al pasillo y perderse por el balcón.

Mi niña aun se quedó mirando al profesor Pablo.

-¿Hay algo que te preocupa, Rebeca?- pregunta el maestro a la niña.

-¿Está seguro que el profesor Córdova no me va a molestar más?- pregunta mi nena.

-Claro que sí, Rebeca. Le ha quedado muy claro que no debe acercarse a ti…

-¿Y si el profesor intenta volver a molestarme?-pregunta mi niña desconfiada.

-Mira… a partir del próximo año seré el coordinador de primaria, así que ante cualquier cosa que intente molestarte,.. solo debes decirme y me encargaré de enviarlo muy lejos… ¿vale, preciosa? – le pregunta el profesor acariciando el cabello de mi niña lo que la puso más tranquila.

-Gracias… gracias…-se emociona mi niña abrazándosele. En aquella caricia cómplice, Rebeca expresaba su gratitud mientras el profesor le acaricia su espalda bondadosamente.

En la mente de mi niña, había conseguido un nuevo protector. Aquel que la defendería de los acosos de su vulgar docente (Aquilino) y del cual (Pablo) no se encontraba tan incómoda,… quizás hasta lograría satisfacer aquella curiosidad que le daba por explorar del placer carnal junto a Melina y el profesor Pablo. ¡Eso último no importa por ahora!, pensó mi niña sintiéndose culpable al pensar que me estaba traicionando.

Mi niña estaba contentísima de haberse librado de aquel degenerado profesor de una vez por todas y por supuesto que deseaba contármelo cuanto antes. Quizás si me lo contaba, yo podría agendar algún encuentro con él y su amiguita, teniendo mi permiso… ¡Esa era la forma! ¡Así no traicionaría a su papi!

Entusiasmada, sacó su nuevo móvil y llamó varias veces a mi número pero sin conseguir respuesta.

-Vamos papi… contesta!- se decía mi niña llamando pero el teléfono timbraba varias veces sin dar respuesta. Esto era muy raro porque normalmente cuando ella me llamaba, yo estaba presto a responder sabiendo que podía ser una emergencia…

Pero esta vez no iba a contestar… No podía… Mi niña iba a llevarse la mayor decepción cuando volviera a su casa con Verónica y no me encontrara allí… ni ese día, ni el siguiente… ni el próximo….

Rebeca iba a quedar libre por fin de mi presencia. Sus peores temores se confirmarían cuando recibiera mi carta unas semanas después… ¡Aquella devastadora carta!

¡Una nueva aventura se avecina! A partir de ahora mi niña estaría por su cuenta y de esto podremos conocer más en su propia saga…. ¡Ya no falta mucho!

………………………………………………….

Ahora regresemos a lo sucedido al final de las gimnastas parte 9.

Nuevamente nos vemos las caras, frente a frente. Ya no como colegas, sino como enemigos… El ambiente en aquella sala de la penitenciaria era muy frío…

-¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué me detuvieron?- pregunté sulfurado.

-Vaya personaje nos resultaste, Arturo- ríe Tony al verme enojar.- Mira que utilizar a la mascota de Don Augusto como tu moneda de cambio y ofrecérsela al cabrón de Isaías. Se nota que no tienes remedio.

El terror me invadió al escuchar tales palabras. Era obvio que se refería a Dasha y la última vez que la ofrecí a Isaías ¿Pero cómo se había enterado este cabrón? ¿Quién me habría delatado? Acaso fue…

– No sé de que hablas…

-¿Creíste que don Augusto no se daría cuenta?… ¡Fueron hasta 3 veces!

-… No entiendo…

– Deja de fingir, Arturo. Rosa le contó todo cuando don Augusto hizo un chequeo a la nena… El cabrón de Isaías le dejó una herida debajo de la oreja… de seguro la mordió…

Pasmado escuchaba aquellas palabras lamentándome en mi interior. ¡Qué descuido! El cabello de la nenita de 5 años me escondió aquella herida que no había pasado desapercibida de Augusto.

Aquella situación y la presencia de Tony en esta cárcel me traía a colación que todo estaba armado por don Augusto. ¡Me tenía en sus manos!

-¿Qué quiere don Augusto?- pregunté cauteloso.

-¿Él? Nada. Simplemente va a tomar todo lo que has dejado para el Club. Todas tus alumnitas gimnastas seguirán bajo mis cuidados… pero claro que ya les dije que tendrás que abandonarnos por un viaje muy urgente… ¡Lastima! Las pobres deseaban despedirse.

-Mis niñas?? Que pasó?? Donde estaban?- pregunto recordando las circunstancias de mi arresto.

-Ellas se fueron mucho antes de que llegáramos… Cuando tú y Cavalieri se durmieron, interrumpimos la transmisión y nos las llevamos a otro lugar seguro antes de que llegara la policía.

-Tú y Joao…- concluyo a lo cual Tony asiente. ¡Malditos!

-¿Y que hago aquí? ¿Por qué me habéis traído aquí? ¿Por qué habéis hecho que nos detengan a mi y a Cavalieri? ¡Contesta, cabrón!- grito queriendo escuchar el resto de la historia.

-Cada año se necesita que haya un arresto importante… Para que las autoridades puedan decir que están combatiendo la ped****, que realmente hacen algo importante…-ríe Tony.- El año pasado tuvimos que usar a Oscar para eso…

-¿Ustedes entregaron a Oscar?- preguntó anonadado. ¡Y yo que pensaba que todo había sido un simple accidente! Que la policía por fin había llegado hasta nuestro Club.

-Cometió muchos errores en el último año, no es necesario que sepas los detalles… pero por su culpa tuvimos que hacer toda la exhibición con los jefes la última vez, e iniciar el proyecto gimnastas.

En realidad recordaba que Tony no era tan amable con Cavalieri cuando fuimos a su mansión… y al tipo parecía no importarle. De seguro sintió que estaba compensando sus errores al entregar a su hija para deleite de don Razzioli. ¡Pero lo traicionaron!

-¿Y ahora me toca a mí? – pregunto mirando a Tony.- ¿Me elegisteis este año?

-En sí, al único que pensábamos entregar es a Cavalieri… pero don Augusto pidió que te incluyéramos. Por tu felonía al compartir a su “Dasha”… ¡Agradece que no te hizo desaparecer!

-¿Cavalieri también está aquí?- pregunto cayendo en la cuenta. Recordé haber escuchado que otro preso había llegado a la carceleta por los mismos motivos que yo.

– En otro pabellón… A diferencia de ti, el podrá pagar protección…

Olvidaba que e Rodrigo Cavalieri era el dueño de toda una mansión. Pagando sobornos, al menos podría sobrevivir en este horrible lugar. A diferencia mía que apenas había logrado gastarme todo en una semana. ¡Maldición!

– ¿Qué les hace pensar que nos quedaremos callados?- pregunto recuperando fuerzas por la ira que invadía mi ser. ¡No iba a dejar que me hundan tan fácilmente!

– ¿Mmm? Jejeje… Arturo, creo que te estás enojando con la persona equivocada… Vine aquí como negociador de don Augusto… Esto es trabajo y nada personal…- me dice Tony poniéndose serio.

– Bien podríamos delatarlos a ustedes… Ya pedí una reunión con mi abogado y puedo buscar hacer tratos… Apuesto a que no saben hasta donde llega esta maraña del Club.

-Se nota que ves muchas series de televisión… – ríe Tony-… ¿Acaso crees que todo lo que sale allí es verdad? No seas tan ingenuo! ¿Aún sigues esperando que te traigan tu uniforme naranja como en las pelis gringas? ¿Esperas que los guardias te den de comer si no pagas por ello? Ja!

– Sé muchas cosas de ustedes… Incluso de su Eminencia y lo demás…

– Me preguntaste…-interrumpe Tony-… ¿Cómo estaremos seguros de tu silencio? Pues es muy simple. En el caso de Cavalieri, aún tiene a su hija… No hablará a menos que quiera que nunca se la devolvamos…

– No pueden hacer eso…- replico incrédulo.- La policía estará sobre ustedes

– Y esa es la razón del porque él no hablara…- continua Tony sin escucharme.- Todos tienen a alguien afuera quien desean proteger… ¿No es así en tu caso?

Me quedé helado, en mi mente volvían recuerdos de mis 2 niñas favoritas: Rebeca y Anita… ¿Qué harían estos malditos si yo no estaba presente? Sin embargo, por como habló podía sentir que se avecinaba alguna proposición.

-¿Qué me están ofreciendo?

-Nada… y creo que eso sería lo mejor para ti…-responde Tony.-… Don Augusto ha decidido no hacer nada con ellas, pero si intentas delatarlo es obvio que puede volver su vida una pesadilla: Primero revelar todos los videos que tienes con Anita a la policía, lo cual la pondrá en un serio trauma cuando tenga que testificar y segundo tomar a la huerfanita Rebeca… estoy segura que dará un buen precio por ella…. Y ni siquiera tiene sus documentos muy claros… Estoy seguro que don Augusto puede arreglar eso y ofertarla a uno de los miembros del Club.

-¡Están locos! Hijos de puta!- grité en una mezcla de rabia y terror.

– ¿Esa es tu respuesta? Piénsalo bien… No querrás que haga lo último… Porque si lo hacemos… también puede que tengas una “visita” no tan grata en tu celda…- ríe Tony.

Atrapado como estaba casi no sentía ganas de responder de pura impotencia. Las pocas energías que tenía se estaban desvaneciendo. El hambre y los gases no me dejaban en paz, y apenas lograba estar consciente con un serio dolor de cabeza por la preocupación.

-Veo que lo has entendido…- dice Tony levantándose de su asiento-… Te sugiero no intentar nada estúpido… No querrás que Rebeca y Anita sufran por tu suerte ¿o sí? Y cuídate que aquí los de la prisión no son tan amables con la gente como nosotros…

Acto seguido saco su billetera y me lanzó dos billetes de 100.

-Cómprate algo de comer y una semana más de celda privada… Lo que vendrá después requerirá que estés con todas tus fuerzas… ¡La cárcel es el infierno!

Con esa histriónica declaración, Tony salió de la habitación dejándome abatido sobre el asiento justo antes de ser despertado del letargo por el guardia que me condujo hasta mi celda.

Obedecí las instrucciones de Tony, pagando a los alguaciles mi derecho por una celda aislada y comida durante una semana. Sabía que no era la mejor ruta, pero si iba ingresar a población general, necesitaba hacerlo con el cuerpo sano y a tope para las inclemencias que me aguardaban.

Las pesadillas me persiguieron mientras intentaba mentalizarme para asumir este infierno al que me enfrentaba. Aún faltaban dos días para que acabara mi alquiler, cuando…

-¡Sánchez! Salga… – grita uno de los guardias abriendo mi puerta de improviso.

-¿Visita? – pregunté mientras intentaba ejercitarme en mi celda.

– ¿No me oyó, imbécil? ¡Salga!

Con algo de temor, emprendí la salida de aquella fosa llamada celda y fui llevado a rastras hasta el pabellón central. En el camino atravesé aquel infierno llamado población general al cual volvería cuando acabara el alquiler de mi celda privada.

Jutno al guardia llegamos al pabellón de visita… Me ingresaron en una habitación oscura y justo cuando estaba por preguntar de que iba todo esto…

-¡Que coño…! – grité justo cuando me pusieron una bolsa en la cabeza.

Sentí que me ahogaba pero los forcejeos y llaves eran muy fuerte para soltarme y luchar por retirarme aquella bolsa para permitirme respirar con normalidad.

La cabeza se me hizo pesada, el poco oxigeno de mis pulmones se iba desvaneciendo hasta que finalmente no pude más y caí rendido. Oscuridad total.

Lo siguiente que recuerdo fue estar sentado en una patrulla de la penitenciaria… con dos tipos a mi costado. ¡Ya no tenía la bolsa en la cabeza! Salimos por el portón trasero.

El dolor de cabeza era fuerte y no encontraba ganas de preguntar algo. Íbamos atravesando un descampado de tierra agreste.

Cuando llegaron a su destino me bajaron de la camioneta y jalaron por el descampado. Voltee para divisar donde estaba y pude distinguir la cárcel muy cerca de aquí. Incluso podía distinguir al guardia apostado en la cima.

Enfoqué mi mirada adelante donde podía verse llegar otra camioneta negra de la cual bajaron dos tipos altos y fornidos. Fueron hasta el portaequipaje y sacaron una bolsa con forma humana. Similar a las que se usan para transportar cuerpos inertes.

Completamente aturdido por toda la situación, observé como estos se acercaron y dejaron aquel fajo humano cerca de mí.

-Revísale las huellas digitales…- le dijo uno de mis custodios a su compañero y este se acercó, retiró uno de las manos del bolsón. Sacó lo que distinguí como uno de esos lectores digitales que usan para huellas dactilares y lo conectó a su móvil.

-¡Sí, es él!- asintió el tipo a su compañero cuando presionó uno de los dedos al lector.

-¡Ya, váyase!- me gritó el custodio que me forcejeaba. Me empujó hacia adelante liberándome.

¡Qué rayos! Anonadado como estaba y aun con el deseo de saber qué demonios estaba sucediendo. Uno de los tipos fornidos de la otra camioneta me jaló para alejarme de aquello custodios, pero inmediatamente reaccioné.

-¡Espere..!

-¡Que entres al auto, coño!- grita alguien desde la camioneta negra. Voltee incrédulo al poder distinguir aquella voz.- ¡Entra de una vez, muchacho! – grita nuevamente Isaías desde el asiento del copiloto.

¿Qué rayos hacía aquí el Padre Isaías? Sin embargo, aquel grito hizo que corriera con premura hasta aquella voz e ingresé a la parte trasera. Los tipos fornidos ingresaron también a la camioneta, uno de ellos como piloto.

-¡Nos fuimos! ¡Acelera! – grita Isaías desde su lugar. La camioneta arrancó y dejó aquel lugar velozmente. Cuando voltee hacia atrás pudo distinguir que la patrulla de custodios también se retiraba dejando al cadáver en el descampado, a 100 metros de las torres de la penitenciaria.

Lo habían descubierto llevándose el bolsón humano, pero no podía distinguir quien rayos era aunque su ropa se me hacía conocida…. Lo había visto en alguna ocasión…

¡BANG! ¡BANG! De pronto escuché 2 balazos ensordecedores, mientras aún seguía mirando aquel cadáver por lo que pude distinguir como este se sacudió 2 veces seguidas antes de quedarse inmóvil.

-¡Que carajo fue todo eso! – grité aturdido al ver tal ajusticiamiento.

Sin embargo, aún no estaba preparado para la dura respuesta. La dura verdad que me decía que para sacarme de aquel infierno otra vida debió ser tomada como pago. Otro trato del cual no era consciente y del cual estaba por conocer en un futuro no muy lejano…

………………………

Pasaron una semanas de aquel incidente a las afueras de la penitenciaria… Iba andando por los pasillos de la parroquia de San *****, llevaba el hábito de mis anteriores visitas y un crucifijo en el cuello.

-¡Veo que te estás acostumbrando a tu papel!- me dice Isaías caminando a mi lado.

– Es lo que tengo… debo mentalizarme en mi nueva vida…- respondo mientras atravesamos otro corredor que daba hacia las bancas de la capilla.

– Pensé que seguirías en tu habitación, deprimido otra semana más…

– No puedo hacer nada…. Una semana fue suficiente, la vida continúa…

– Y si… lo que te espera es difícil, muchacho. Una dura misión en la Orden, pero debes mostrar tu valía… ¡Verás en carne propia lo que vivimos yo y su Eminencia!

Y así estaba previsto. Mi salvación de ese infierno por parte de Isaías y su grupo de clérigos no estaba exenta de un pago. Aquel pago con el cual debía retribuir y por el que me eligieron.

-No se preocupe, Padre. Voy a pagarle con creces lo que hizo por mí.

-Es bueno escucharlo… Porque lo que te espera puede ponerte en mucho riesgo… Si vuelves a caer es posible que ya no tengas una tercera oportunidad…

Y sí, la Orden del Padre Isaías y los allegados a su Eminencia me dejaron muy en claro que de haber algún inconveniente que me delatara durante mi nueva misión, ellos se deslindarían de toda culpa, incluso al punto de deshacerme de mí. No eran simples clérigos, eran seres dispuestos a hacer lo necesario para impedir que algún desliz afectara su capacidad por gozar de hermos@s niñ@s.

-Lo único que no entiendo… es porqué eligió a este tipo… si bien es cierto no me caía bien, pero hubiera tenido a otro en mente….

-¿El profesor que acosaba a tu hija?- pregunta Isaías. – Es mucho más difícil deshacerse de él. Al tener un cargo en un colegio notable, puede levantar sospechas…

-A diferencia de un simple tendero o heladero…- revelo finalmente.

¡¿El heladero?! ,se sorprenderán. ¿Ese era el horrible destino del que hable más arriba? Pues sí. No se trataba de alguna mala broma ni nada parecido. Estos clérigos atendieron la solicitud de Isaías, quien les aseguró que yo sería de utilidad para conseguir nuevas niñas para sus perversos fines.

¡Y él lo sabía! Poner a Dasha a su disposición al final no fue del todo malo. Le mostró mi valía a tan despiadado sacerdote, al punto de lograr que me extendiera una mano.

Sin embargo, pese a tener tanto poder, las cosas no se hacían de manera tan fácil. Liberar a alguien de una cárcel no es algo que puedas hacer si no se soborna a las personas adecuadas y a veces hasta el punto de ofrecer cosas que no fueran simples sobornos.

A veces los alguaciles y fiscales necesitan otro chivoexpiatorio que cargue con los crímenes y no de muchos problemas si sus derechos son pasados por alto. ¡Y fue allí donde Isaías pensó en el heladero luego de las veces que le conté como acosaba a mi niña!

-Sin familiares queridos… solamente 2 sobrinos… 1 de ellos mayor de edad hace poco y la otra que pasara a manos de un familiar… ¡Imagínate lo rápido que la gente se alegró por su muerte al saber que abusaba de su sobrina! ¡Vaya que las noticias corrieron rápido!

A la tarde siguiente de su desaparición, a las noticias locales llegó que el tipo había sido arrestado y ahora se encontraba en prisión por varios crímenes. Inesperadamente, con los mismos registros que mi expedientes, la gente de Isaías lo arregló todo con el fin de liberarme de toda culpa.

Alegaron que no era el culpable por toda la fabricación de material porn*** encontrado en la mansión de Cavalieri… Y pusieron los mismos videos de don Facundo como prueba de que era él quien se encargaba de producir material junto a Cavalieri.

-¿No hay sospechas?- pregunto aun dudando y pensando que algún video de Rebeca pudiera filtrarse.

-Su casa fue registrada pero descuida, solo encontraron los videos de Miriam y otras niñas que no conoces… Los que hicieron el trabajo no dejaron restos de Rebeca en sus videos ni cuentas. Tuviste mucha suerte de que ese tipo también fuera un ped***. El fiscal no estaba dispuesto a hacer un trato si no se capturaba al menos 2 ped**** en su redada.

Razonando me di cuenta de que había tenido demasiada suerte. Sin embargo, aún sentía en mi consciencia el peso de la muerte del heladero.

Era un sacrificio por el cual no me consultaron y por el que obviamente tuvieron que ofrecer para sacarme de esa mugrosa carceleta.

-Ya veo… Realmente, lamento no despedirme personalmente de mis niñas…

-Hey, hijo de puta!- me grita Isaías de pronto deteniéndose.- No estás en un viaje de campo. Aún eres sospechoso… ¿Sabes cuanto tuvimos que pagar en sobornos y a la gente que hizo el trabajo para intercambiarte por ese tipo? Ya olvídate de tu vida pasada! Ahora le perteneces a su Eminencia. ¡Él puede hacerte lo mismo que a ese tipo y desparecer a tus niñas si lo desea!

-….- permanecí en silencio sabiendo que era mejor no replicar. Hubiera deseado reencontrarme con mi Rebeca o entrar en contacto con Anita, pero ahora todo aquello quedaba de lado.

-Además de que los del otro bando del Club no estarán contentos de que andes libre!- exclama Isaías. Era cierto, aún no sabíamos del impacto que tendrían Tony y don Augusto cuando se enteraran de mi huida- Si su Eminencia te ha ayudado es porque perteneces a la Orden, él piensa que aún puede sacarte provecho así que no lo arruines, muchacho…

El bastardo de Isaías me tenía en sus manos, pero ese no era mi único pesar: Me tomó una semana recuperarme del schock que tuve al saber que para salvarme de la cárcel, Isaías tuvo que emboscar al heladero y ajusticiarlo para que tomara mi lugar como culpable de lo sucedido en la mansión, haciéndolo parecer un intento de fuga del tipo.

Y así fue, bastó que le dispararan a las afueras de la prisión para hacerlo pasar como una huida de un prisionero recién capturado. ¡En la cárcel todo es dinero! Y hasta puedes sobornar para que los mismos guardias se encarguen, claro previo arreglo con el alcaide.

No tenía ni idea de hasta donde habían llegado sus influencias de su Eminencia, pero para planear algo de ese tipo… de seguro tenían comprados hasta al mismo alcaide de dicha penitenciaria.

Y sí, como lo leyeron más arriba estuve una semana deprimido ¿porqué? Pues porque a pesar de que le tenía rabia a ese tipo por violar a mi niña, por otro lado era una vida humana sacrificada para darme una nueva oportunidad. ¡Una vida humana! ¡El peso de saber que tienes un muerto a tus espaldas!

Muchos nos imaginamos matar gente como algo trivial, pero la verdad es que no es tan fácil. La culpa puede llegar a arrinconarte e incluso perseguirte en tus sueños hasta el final de tus días. ¡Ya no hay vuelta atrás!

Isaías y los otros habían perdido los escrúpulos hace mucho tiempo y no les importaba hacer semejantes aberraciones, todo por lograr sus planes, pero yo aún estaba algo lejos de ese nivel.

Si he gozado de tantas nenitas, al punto quizás de arruinar sus vidas, esto no se compara al hecho de vivir a costa de la muerte de alguien. ¡Aún cuando lo repudies por sus actos, no es tan fácil!

Sin embargo, tuve que reponerme. Olvidarme de aquellos pensamiento e intentar seguir con mi vida para olvidar la culpa que me embargaba, pensando en un nuevo futuro, en una nueva vida.

La de por fin ser libre… de poder volver con mis niñas amadas de las cuales ahora no tenía ninguna información… Eso estaba a solo una misión de distancia. Debía viajar a un pueblo recóndito y establecer por mi cuenta, un nuevo “hogar de peregrinación” para los intereses de Isaías.

¡Lo iba a lograr!¡A por ello, joder! Terminaría este año de Exilio y regresaría con mis amadas niñas, a continuar mi plan por lograr un futuro con ellas. Sabía de la devoción de mi Anita (quien viajaría al nuevo internado donde estaría a salvo de que pudieran revelarle la verdad de nuestros juegos), y por otro lado mi Rebeca estaría con Verónica, quizás sería la que más sufriría, pero confiaba en ella y su determinación para no volver al orfanato como punto fuerte en aquella larga espera.

-Lo sé, Padre… De todas formas le agradezco me haya permitido enviarle una carta a ambas…

-No hay problema, muchacho… Será un motivante para que logres los resultados que su Eminencia espera…- me dice Isaías.- El pueblo al que vas es muy lejano y casi estarás aislado…

-Estoy preparado…

– Pues eso espero… Sentirás en carne propia lo que vivimos junto a su Eminencia… pero eso también te abrirá nuevas posibilidades…

-Aunque me sorprendió que consiguieran mi documentación como sacerdote tan rápido…

-Muchacho, eso es lo de menos… En un pueblo aislado, basta una sencilla recomendación de su Eminencia y la Iglesia te emitirá los papeles que necesites… Además que ayudó que ya hubieras sacado tu bachiller de Medicina y casi acabas el de Educación Primaria… No tomó mucho tiempo tramitar todo lo necesario… Pero tampoco comentes mucho de ello, lo mejor es no levantar sospechas.

-¡Increíble!… no desperdiciaré esta oportunidad… se lo prometo…

– Eso espero… Tampoco deseamos desperdiciar ese lugar… Encontrarás una feligresía muy devota…

Un feligresía muy devota… Eso era lo que esperaba y ansiaba conocer. Volvía a mis orígenes pero ahora bajo el cargo de sacerdote. En un pueblo distinto y con nuevas niñitas que caerían a mi mercerd. ¡Ya estaba ansioso por conocer a mi próximo objetivo!

Necesitaría apoyo, si era posible personas dispuestas a seguirme sin que pongan en riesgo mi status como sacerdote.

-Otra cosa, Padre… Le comenté que necesitaría apoyo en este nuevo proyecto… Tengo un par de candidatos que deseo que me acompañen en este Exilio.

-¿Humm? ¡Pardiez! ¡No pensaras que los vamos a pagar, cabrón…! – exclama Isaías.

-No, Padre…. Estoy seguro que vendrán voluntariamente…- respondo sonriendo. El Padre me miró curioso por saber quienes eran aquellas personas.

– Pues entonces dime… ¿Quiénes te acompañaran en este Exilio?

…………………………………….

Hasta aquí llega el final de la saga Gimnastas. Quizás no fue tan épico como hubieran querido, pero fue el final de mis encuentros con mis niñas de Charlotte’s Gym.

Tal y como leyeron, mis intentos por servir al grupo del Padre Isaías, al final tuvieron un efecto negativo cuando el mismo don Augusto logró descubrir que compartía a su niña Dasha con otros tipos (además de mí por supuesto). Sin embargo, el probar mi valía a Isaías terminó por lograr que este me ayudara a salir de tal crisis.

Una nota aparte fue lo de don Facundo, quien el karma por violar a mi niña terminó costándole la vida… para que al final su sacrificio se convirtiera en mi boleta de salida ¡Esto debía ser una lección para lo que se me venía en adelante!

No todo fue pérdida, si bien ahora mis principales niñas estarían solas, al menos estaba en libertad gracias a su Eminencia y el Padre Isaías, quienes deseaban que cumpliese una misión en el interior del país, una nueva aventura para mis intereses…

La próxima saga de Exilio os hará pensar que volvemos a las mejores bases de mi historia. El Exilio, es mi inicio en labores como un verdadero sacerdote y por supuesto que tendrá mi participación como Padre Arturo, con nuevas e inocentes nenitas que llegaran a mis manos y de las que me aprovecharé para realizar actos libidinosos, bajo el pretexto de la religión. Jejeje.. Se nos vienen excelentísimos relatos.

Pero no os preocupéis que la historia de Anita no ha terminado… La volverán a ver… Ya os adelanté algo al final de Ángeles…. ¡El destino final es la madre patria! ¡España!

Ah y sobre la tan esperada saga de Rebeca… Esta será alterna y como dije ya fueron aprobados 5 capítulos que saldrán sí o sí, aunque reciban criticas al comienzo. Pero si tienen vuestra aceptación, continuaremos con 5 más.

Abrazos a todos y unas felices fiestas.

Se viene el estreno de la saga de Rebeca… ¿Un adelanto? Por supuesto que lo tendrán…

¿Dónde? Será publicado en los comentarios en un par de días…

Acompáñenme en esta nueva saga alterna a la historia principal… la cual comenzará con el siguiente relato:

Los secretos de Rebeca “El escarabajo amarillo”

Tantos eventos que vivió mi niña durante aquel año de exilio obligatorio al cual me confinaron… Tantas experiencias a sus 10 añitos y con culote de ensueño que atraía miradas indiscretas de sus actuales maestros y otros personajes que conoceremos muy pronto… pero eso… eso será motivo de otro relato. Hasta entonces.

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