Confesiones de ̶l̶ ̶p̶a̶d̶r̶e̶ Arturo: “Charlotte’s Gym” parte 9

Novena parte de la saga.

Me desperté con una lumbalgia terrible, apoyado contra lo que era una las paredes de la jaula. El olor a mierda del lugar aún no se me quitaba del olfato, sin embargo, encontré fuerzas para ponerme de pie.

– ¡Conteo! – gritaron a mi puerta justo al momento de sacudir la puerta.

Me apresuré a pararme y correr hasta ella. Algo mareado por el dolor de los golpes y la vista nublada por un ojo magullado…

Aún seguía maldiciendo mi suerte… contemplando el suicidio, pero sin los suficientes cojones para hacerlo. ¡En mala hora tomé tan equivocadas decisiones!

La cara me dolía por los moretones mientras intentaba incorporarme y recordaba todos mis malos pasos, queriendo desaparecer por tanto sufrimiento…

¿Una descripción un poco dramática, ¿no? Pues para poneros en contexto primero debo contaros lo que sucedió hace unos días:

…………………………….

Era día soleado y radiante como para pasarlo dentro de una habitación de hotel, sin embargo cuando el trabajo desborda unas breves vacaciones pueden verse opacadas por él.

Justo terminaba de renderizar el último tráiler para el próximo evento de mis niñas gimnastas cuando recibo la llamada de Tony.

– ¿Así que fue un éxito? – me pregunta este luego de contarle lo sucedido en las pruebas de Anita.

-Rotundo… Es motivo para celebrar… solo debemos concretar un último encuentro…

-¿Isaías aún quiere a Anita?

-Es el trato final- explico fingiendo resignación-… sin embargo debo preparar un lugar y una ocasión para poder finiquitar ese asunto.

-No debe ser muy complicado… Tenéis un colegio entero para…

-No es por su seguridad, sino la mía y de Anita… Como te dije no confío de ese charlatán…

-¿Y entonces?

-Si sucediera una eventualidad o Anita quisiera detenerse por el miedo que le tiene entonces habría un problema… -explico tratando de parecer razonable-… apuesto que el maldito la obligaría y podría pasar algo peor a lo que sucedió entre Katy y Rogelio.

-Entiendo… no lo quieres en un lugar donde tengan poder absoluto sobre ustedes.

-Quiero llevarlos…. a un lugar donde pueda sentirme respaldado y a la vez sea seguro para él…

– ¿El cual sería…?

-La exhibición frente a los jefes del próximo sábado…-contesto a lo cual Tony se quedó callado unos instantes.

-Ya veo… Pero me parece algo arriesgado, ¿sabes que don Augusto y…?

-Se que ambos ramos del Club son muy independientes… por eso hice un trato con Rogelio y también le conté sobre ello a don Augusto…

-Rogelio dijo algo?

-Tal parece que don Augusto lo había invitado para acompañarnos con la exhibición… pero gracias a nuestro trato, declinó de su lugar para ofrecerle su puesto ante Isaías.

-No lo sé, Arturo. – contesta Tony pensativo-… No me creo que don Augusto te deje colar a Isaías solo porque se lo pidas… te pedirá que manejes tus propios asuntos lejos de él.

-Es por que ese cabrón de Isaías no vendrá solo…-contesto sonriendo. – Le dije a don Augusto que sería una buena forma para agregar una niña más a la exhibición. Una niña del internado de Isaías muy bien cuidada sería valiosa para el evento.

-Muy astuto…Me impresionas, Arturo. Tal parece que lo tienes muy bien planeado… -reflexiona Tony-… En una sola reunión lograrás que Isaías acepte que Anita se traslade, contribuirás con una niña para la exhibición y … ¿cual es el trato con Rogelio?

-Dejaré mi autoridad sobre Celia…. Se la devolveré a su abuelo… Si logro mi cometido con Anita ya no me hará falta…

-Vaya tío… muy bien planeado- me dice Tony.- Pues que ansias por que llegue la exhibición… Mándame las fotos y videos de la niña que llevará Isaías.

-¿Qué te hace pensar que…?

-Porque si es una niña que traerá ese cabrón, entonces ya se la folló por todos los agujeros y…. debe estar muy bonita o no se arriesgaría a traerla para la exhibición… sabe que el gusto de nuestros jefes es muy refinado.

-Vale tío, te los mando al móvil.

-Aun sigo dando clases, las revisaré más tarde… disfruta tus vacaciones con Celia y Celeste…

Colgué y volví a concentrarme en la edición de los videos promocionales para la exhibición a los jefes del Club. Disfruta de tus vacaciones… jeje… bueno en si no las estoy disfrutando mucho pero tampoco es que producto de ellas no vaya a sacar algo a mi favor… Os pondré un poco más en contexto de mi viaje:

Me levanté a las 10 de la mañana, las noches anteriores me había desvelado por una entrega para el Club, así que no había problema sin embargo sentía que debía aprovechar algún beneficio extra que conllevaba hospedarme en tan exclusivo lugar, así que miré la lista de beneficios del hotel: parecía tener un pequeño gimnasio en el ultimo piso.

Llamé para separarlo pero me dijeron que ya estaba reservado por la habitación que estaba frente a la mía. Me dio curiosidad y decidí subir con mis cosas de todas formas. Al llegar solo encontré a una niña con mini jean y un body rosa que ejercitaba piernas en una de las máquinas .

-Un dos, tres… un dos ..Hola profe!!- saluda Celeste levantándose. Me acerque hasta donde estaba mirando de reojo por si hubiera alguien mas en el pasillo.

-¿Nunca te cansas de entrenar?- pregunto sentándome al lado de la maquina mientras la nena no dejaba de entrenar.

-Nooo!! Mi mami me dijo que no debo descuidar mis avances..

-Ya veo y ¿Hace cuanto bajaron?- pregunto mirando a los lados.

-1 hora… Bajamos a desayunar con el señor Pope.. y el Cardenal *****… el se fue después del desayuno…

-¿Pope? Oh… Papa… jeje… Pero el no es…

-No… Pero el dice que será el próximo Pope…

-Lo dudo realmente,- contesto riendo ante la broma de la niña- ¿Tu mama va mucho a misa?

-Yey…Mi mami es muy devota y me obliga a ir siempre con ella…

-Y ¿Dónde están el Padre Jean Paul y Celia?

-Salieron al Centro Comercial… Celi dijo que le iba a comprar el set de ******

-Uy ¿y tu te quedaste solo para entrenar?

-El entrenamiento de mi mamá es muy estricto…- contesta la nena bajando de la maquina.

Fue una suerte que su mami aceptara que su hija fuera de vacaciones con Celi, pero gracias al trato con Rogelio, este se encargó de apoyarme también con esto. A sus ojos esta era la última vez que tendría a su nieta bajo mi control por lo cual no escatimó en su apoyo.

Eso era a los ojos de Rogelio, pero a los míos se trataba de fortalecer mi cadena de favores con Isaías. El Cardenal Jean Paul, un asiduo de Celi, nuevamente anunció su llegada con ganas de degustar de esa niña de 7 añitos, sin embargo le advertimos que sería su ultima oportunidad a cambio también incluiríamos en el trato a Celeste, lo cual le cayó como anillo al dedo ya que venía con otro sacerdote por las fiestas.

-¿Ya acabaste?- pregunto sentándome a su lado y observando como se detuvo de su ejercicio de piernas. Su tersa piel se observaba sudorosa pero en una niña eso la hace más apetecible.

-Si, aunque debo tomar mi batido…- contesta Celeste levantándose.

La seguí hasta que tomó un botellón de suplemento vitamínico de su pequeña mochila guardada en un estante. Verla entrenar con ese minijean apretadito despertó en mi el monstruo hambriento de niña que albergaban mis pantalones. Por suerte no había nadie en el gimnasio ya que estaba reservado, por lo cual podía darme el lujo de realizar tales tocamientos impropios.

-Celeste… – la llamo agachándome para manosear su colita apretadita en ese minijean

-Dígame, profesor – contesta la nena dejándose manosear.

-¿No quieres que “entrenemos” juntos?- pregunto acariciando su derriere de niña bien durito.

-Ainss!…Profee esos viejos me dejaron la cola con yaya…– me dice la nena simulando estar harta.

-Uy que pena, preciosa…- contesto mientras le daba unas palmaditas a su colita.- justo quería abrirte un poquito más… estas muy apretadita con ese derriere como para dejarte ir…

-Nooo profe… sino me va a doler más la cola…- responde la nena sonriendo.

Sin embargo, pasar toda la noche imaginándome como esos viejos clérigos se follaban a Celi y Celeste en la otra habitación me tenía muy lujurioso…. así que comencé a maquinar la forma en la cual podría aprovecharme de esa niña pequeña.

-Preciosa… sabes que hay un sauna en el piso de abajo?

-Siii?? Dele profesor… lléveme…

-¿Segura? No se si es para niñas…

-Deleee profeeee… siempre entro con mi mami después de los entrenos..

-Vale preciosa… pero haces ese baile que tienes para la próxima semana

-Yaaa… Ya ve que le hago mi baile muy sexy

Bajamos hasta las habitaciones y tomamos unas toallas pero yo aproveché para tomar algo de mi caja especial… bajé hasta la recepción y logré separar uno de los tickets electrónicos para subir hasta el ultimo piso donde estaba el sauna. Celeste ya me esperaba en el ascensor.

-¿Cuál es?- pregunta la nena avanzando buscando entre las habitaciones. En el camino nos cruzábamos con personal del hotel pero por suerte este lugar era muy discreto.

-Es esa… – señalo al fondo una puerta con una ranura. Coloque la tarjeta y deje ingresar a la niña para pasar junto a ella.

-Ainss… que calorcito profee…-me dice Celeste con su vocecita tan tierna que me puso muy excitado sobre todo porque se desabrochó su minijean y se quedó solo con sus braguitas rosas, además se quitó su topcito quedando sus pechitos al aire.

Por mi parte dejé las toallas a un costado de la sala y me quité la remera y el short quedando completamente desnudo.

-Profeee…- rie la nena cuando quiero bajarle sus braguitas.

-Nada de ropa preciosa… no, si vas a hacer tu baile… quiero verte desnudita…

-Jijiji.. oki profe… siéntese que le va a gustar…- me dice la nenita de 9 añitos muy animada tirando de sus braguitas para dejarlas caer y mostrarme su rajita lampiña. Casi parecía tan o más atrevida que las amigas de Rebeca que a su edad eran todas muy putillas.

Encendí la música de la sala y seleccioné uno de los reggaetón que les gustaba a la putilla de Celeste. La nena estaba lista para deleitar con su baile tal y como Dios la trajo al mundo.

Me senté en uno de los resaltos de madera para poder apreciar como Celeste hacía su baile en aquel pequeño cuartito. Sin embargo la nenita era muy elástica y lo angosto del lugar no mello en sus sexys movimientos mientras bailaba.

Al finalizar se puso de rodillas y gateo hasta donde estaba, tomó mi verga y comenzó a pajearme con premura.

-Jijiji… profe su palo ya estaba muy grande…

-Claro preciosa… estabas muy linda en el gimnasio… imposible que a un adulto no se le pare al verte…

-Jijiji…gracias profe…-contesta la nenita antes de engullir mi verga .

-Ufff… muy bien preciosa… chúpalo como si fuera una paleta…. Ohhh..

Comienza la mamada de Celeste muy suave primero, engullendo todo y baboseándola antes de bajar por el tronco hasta las bolas… la nenita ya sin ningún asco desciende hasta la base y comienza a lamer en círculos casi pensando en lograrlo…

-¿Ya quieres lamer mas abajo?

-Ayyy no profee… que guarro… eso es asqueroso…- se queja Celeste de solo pensarlo.

-Jejeje… tranquila preciosa… no te lo voy a pedir….

-Okis profe… -contesta la nena aun haciéndome una soberbia paja-… pero Celi si lo hace… incluso se lo hizo a esos dos viejos anoche…

-Es porque Celi ya es nivel 7…. Toda una niña gimnasta…

-Pero a mi me da asco profee…- me dice la nena y justo cuando tomo mi toalla finjo dejar caer lo que había dentro de la misma, revelando un frasco color naranja.

-El frasco mágico!- exclama la nena al verlo.

-Así es preciosa… – expreso recogiéndolo antes que la nenita-…ya les dije que no habría mas dosis hasta que volviéramos a los entrenamientos… – comento al mismo tiempo que deslizo mis manos hasta su colita y comienzo a acariciarla….Uyy… que durita y suavecita sobre todo por el sudor en nuestros cuerpos, recorro mi dedo entre sus nalguitas presionando su anito-…pero si te portas muy bien puede que te deje dar una probada más…

-Ains….pero profeee… mi colita aun me duele…

-Vale princesa… entonces no hay frasco mágico para ti hasta la próxima semana..

-Pero… pero… ainssss…. Déjeme inhalar solo un poquito ¿si?

-No preciosa… jeje… si quieres del frasco debes darme esta colita…- le contesto abriendo sus nalguitas y presionando mi dedo en su anito.

-Ainss….¿Y si le dejo rozarme entre mis nalguitas? Pero si metérmela profee…

-No preciosa…. No puedo estar rozando sin metértela… ya me has puesto muy caliente para dejarte sin verga… anda déjate coger y te dejo dar una buena aspirada

-Ainnnss…yaaa profee… pero solo la puntita…

-No preciosa… nada de solo la puntita… si quieres el frasco debes darme tu colita asi como se la diste a esos viejos…. Te la dejas abrir bien rico para poder botarte mi leche

-AINSS… pero profeee….Yaaa… pero no se mueva mucho o me va a romper mi colita….- dice la nena al mismo tiempo que se da la vuelta y se sube en el asiento poniéndome su colita frente a mi.

¡Wow! Todas las niñas gimnastas de Tony se habían vuelto viciosas al frasco mágico al punto de no importarles si son extorsionadas a fin de seguir con aquella droga que las ponía como tontitas calientavergas. ¡Bendito sea el genio que lo inventó!

-Buurfff…. Que hermosa… no te preocupes yo te lubrico bien para que te entre mi verga…- le digo mientras tomo sus caderitas y las ensancho para revelarme su agujerito algo hinchado de seguro por todo el castigo que le dieron ayer.-ahora si princesa… tu solita… metete la verga.

Celeste ya experimentada se flexiona de piernas y de espaldas comienza a introducirse mi miembro en su colita.

-Ummm…ahhhh….ayyy… profee…ahhh..-gime Celeste cuando de la flexión casi se mete media verga en su anito.

-Ohhh…Muy bien Celeste…poquito a poquito te entra la verga… Ohhhh..-exhalo extasiado cuando la nena se mete media verga dentro de su colita. Aquel apriete glorioso me tenia loco para comenzar a cogérmela como se debía, sin embargo me aguante para no dañarle su esfínter.

-Ahhhhhh….profeeee….mi colitaaa…Ayyy….

-Ufff…OHHHH!!- exhalo cuando la nena se deja encular completamente y nos quedamos pegados, yo sentado sobre la madera mientras la nena se sentaba en mí con su anito recibiendo aquel invasor incólume y ansioso por adentrarse en tan atrevida niña.

-Ayyy… me dueleeee… deme del frasco profeeee… Ayyy..- se queja Celeste y no dude en desenroscar el frasco con una mano mientras con la otra manoseaba su rajita ensalivándola y estimulándola para que sintiera placer.

Acerqué el pomo a la naricita y la nena aspiro dos veces la muy atrevida…

-Ahhhhh…..Siii… profeee…que ricooo…

-UFFF… que rica Celeste… quedémonos así un ratico preciosa… aprietas muy bien….

-Ahhh… le gusta mi colita profe?? Ahhh…. Esos viejos me hicieron muchas cositas…

-Ufff… si bebe?? Cuenta preciosa…

Celeste comenzó a relatarme como esos viejos se garcharon por todos sus agujeritos a ambas nenitas, metiéndoles objetos, huevos, obligándolas a orinarse, defecar, atándolas con cuerdas, SM y otras bajezas que uno normalmente pensaría que unas niñas pudieran hacer.

Sin embargo si había un par de nenitas lo suficientemente calientes para ello, eran Celeste y Celia. Mi duo especial para estos trabajos con el Padre Isaías.

-Ufff… ohh… que rico Celeste… entonces esos viejos se corrieron mucho en ustedes… Ohhh-exhalo extasiado y comienzo a moverme entrando y saliendo de esa putilla llamada Celeste.

-Ahhh!!! Siii… profeee ¡!.-gemía Celeste mientras taladraba su culito con mi verga. Estaba muy rica con su ropa de gimnasia y ahora tenerla desnudita y dejándose coger por la droga del frasco mágico me puso a mil. Deseaba dejarle toda mi leche guardada dentro de su colita de gimnasta tan durita y bien formada.

-Ohhh…ohhhhh!!

-Uummm ahhhh… siii..siii… profeee… Ayy.. mi colita aun me duele… hágalo suavecito profee… ahh…

-Tranquila preciosa… ufff…. tu colita aguanta bien… phhh… aguantó muy bien a ese viejo Razzioli… y ahora a estos viejos… Ohhh… igual que Celi… Ohh… que putillas… Uffff…

-Ahhh ahhh profeeee… mi colita de nena quiere su lechitaaaa.. Mmm!!- gime Celeste de pronto parando mis embistes que podían dañarle su colita, pero ahora se movía en círculos bailando su esfínter alrededor de mi verga, permitiendo sentir a plenitud toda la estrechez anal de esa nenita de 9 añitos.- Ummm!!! Su verga ya quiere echarme la lechita?

-Ufff… muy bien Celeste… Ohhh… que bien te mueves preciosa… Claro que quiero llenarte la colita se leche… Uffff!!! -bufo totalmente fuera de mí por encular a esa putilla mientras comenzaba a manosear sus pechitos sin desarrollar apretándolos juguetonamente.

-Ayy… profeeee… ayyy… Ummm… écheme la lechita… Ahhh…. la lechitaaaaa-gime Celeste

No pude más, ya me venía aguantando de poder llenar su colita cuando me contaba de como esos viejos se las follaron a ambas y estos grititos de Celeste pusieron a mil. No pude más y terminé por correrme varias estocadas dentro de esa niña de 9 añitos.

-Ufff… muy bien preciosa…Que rico te movías no pude evitar rellenarte tu colita…

-Jijij… Celi tenia razón profee… a usted le gusta que le digan esas cosas sucias y se viene rápido cuando le pide que se corra en nuestra colitas.

-Es que son unas nenas muy hermosas… todos los que las ven en sus leotardos quieren follárselas… -le digo justo cuando me percato que nuestro tiempo en el sauna estaba por acabar. -Venga vamos a la ducha para lavarnos.

Me bañe con Celeste quien parecía mas animada ante la noticia de que esta noche saldríamos de regreso a la ciudad. Me contó que como Celi aceptó mas peticiones de los Cardenales, entonces el Padre Jean Paul le compraría varias cositas y quizás hasta la llevaría a una playa cercana.

Y así despedíamos mi ultimo fin de semana teniendo a Celeste bajo mi tutela, y con Celi realizando su habría logrado sacarle todo el provecho que podía y tantas otras niñas de su edad para agregar a mi historial de nenitas.

La próxima semana tendríamos dos eventos importantes, la exhibición del Club y un nuevo campamento con Rebeca, sin embargo podía darme una tarde libre para gozar de esta linda niña de 9 añitos de nombre Celeste que de seguro sería una de las favoritas cuando los invitados del Club votaran por la mejor nenita.

……………………………

Sobre el piso mullido y sucio intenté volver a dormir pero los pensamientos volvían a mi mente dejándome en un estado de sonambulismo. A mi alrededor todo era oscuridad, y aquel lugar donde me encontraba y maldecía, parecería un palacio comparado con el área de población general.

Cerré los ojos intentando escapar de la realidad, recordando mejores épocas, quizás como lo sucedido hace una semana:

Aquel día de la exhibición….

Tras 2 horas de viaje, llegamos hasta el Club ubicado a las orillas de la playa *****. La camioneta del Padre Isaías ingresó por el acceso privado y procedimos a estacionarnos.

Isaías y Linda tomaron nuestras cosas y se dirigieron hasta la zona de bungalós que bordeaba la piscina mientras hacía un esfuerzo por llevarme a Anita, abrazada a cuestas. La pequeña aun conservaba su vestidito con el cual llegó inocentemente hasta su internado.

El cloroformo aún hacía su efecto sobre ella y cuando despertara nunca recordaría aquel trayecto hasta el Club. Tal y como si se tratara de un viaje espiritual. Jejeje…

¿Anita dormida? Pues sí, os explico: Después de que Isaías la citara un sábado al internado (alegando a sus padres que algunas niñas tendrían una vigilia privada), la llevamos junto a Linda hasta un cuartito muy pequeño de la capilla del internado donde bajo el olor del incienso y el cloroformo terminó por caer rendida en un sueño profundo de varias horas.

¿Por qué tantas molestias? Si bien Anita era muy devota, una visita inesperada a un centro vacacional podría despertar sus sospechas de que usaba la divinidad a fin de saciar mis bajos instintos con su cuerpo de niña. Por lo cual le dije que junto a Linda e Isaías, visitaríamos una habitación de oración secreta dentro del internado, exclusivamente para “alabar a Dios”. Mi Anita siempre docil y obediente tomó por verdad mis palabras corroboradas por su amiguita Linda.

-Miraaa tienen tobogán! Que guay!- exclama Linda corriendo hasta la escalera de la piscina.

No tardamos en acomodarnos en el bungaló reservado para los 4, era más grande que los simples ya que era el reservado de su Eminencia pero que casi nunca se usaba, solamente Isaías podía tomarlo prestado cuando quisiera y fue una gran ayuda para mis planes.

– ¿Podemos ir?

– Aún no preciosa…-contesto antes de que Isaías le soltara alguna reprimenda.

– Pero yo quiero ver…- pide Linda dando saltitos.

-Vale… podrás, pero primero hay que dejar a Anita y las cosas en el bungaló…-le digo antes de continuar nuestro camino hacia el ultimo de los bungalós. Mi Anita aun respiraba entrecortadamente, pero parecía bien. Dopar a una niña siempre es un riesgo pero en esta ocasión no pasó nada grave.

Apenas Isaías abrió la puerta del bungaló me apresuré a entrar junto a Anita para dejarla sobre el mueble de la sala. La decoración de este bungaló era distinta de todas los otros: tenía solo candelabros colgados en los bordes, imágenes de santos en las paredes, además de un cuadro enorme de la última cena al fondo.

-Creo que te excediste con los detalles, Arturo- me dice Isaías cuando junto a Linda dejan sus cosas en el piso.- Llévalas a la habitación y luego puedes salir a la piscina…- le dice el Padre a la nena.

-Siii..- festeja Linda llevando las maletas como si ya estuviera acostumbrada a obedecer a Isaías en cualquier cosa que le dijera. Siempre me pareció rara aquella devoción que tenía la niña hacia ese egoísta ser que no solo la violaba y compartía con otros sacerdotes, sino que la trataba como si fuera su esclava.

Ordenamos las cosas y Linda pudo salir un rato hacia la piscina, la nenita llevaba su traje de baño color rojo de dos piezas que la hacía ver muy sexy.

-Arturo… ¿no tienes que ir a coordinar todo?- me pregunta Isaías cuando me quedé mirando a la niña.

-Sí, Padre…- respondo volviendo a la realidad y volteando a donde estaba Anita.

-Pues andando muchacho… yo me quedo aquí con ella por si despierta… no te preocupes… no le haré nada… jeje…- ríe el Padre Isaías-… siempre y cuando cumplas con traer a esa nenita que dijiste.

Aun dudando salí con dirección al auditorio. No me gustaba dejarlo a solas con mi niña, pero no tenía otra opción por el momento. Dudaba que incumpliera su palabra, al menos aquí en territorios del Club. Apresuré el paso hasta llegar al restaurant frente a la piscina donde ubiqué a Tony. Este, terminaba de conversar con el mozo del bar que ya se alistaba para llegar.

– ¿Por qué Anita dormía? ¿Acaso la drogaste?- pregunta Tony.

– Era la única forma segura de traerla sin que sospechara… no es como las otras niñas…

– Vale tío, pero si era por eso… mejor te la hubieras llevado a otro lado con Isaías…

– Realmente no lo querías por aquí, verdad?- pregunto esperando que Tony no sospechara de mi plan.

– No exactamente, es un evento cerrado y no pensaba invitarlo… Bueno… al menos solo va a interactuar con Anita y su niña…- pregunta Tony a lo cual asiento- Vale… Vamos, debemos preparar a las niñas…

Nos instalamos rápidamente junto a Adrián, un tío alto, bronceado y con físico trabajado que según me contó Tony fue el encargado de traer a las gemelas Sawyer, además de otro grupo de niñas que pertenecían a su gimnasio.

-Profesor Arturo!- escucho detrás de mí, solo para ver pasar a Marina, Romina, las gemelas y Dayane (quien me saludó) con sus leotardos mientras se estiraban practicando para entrar en calor.

-¿Trajiste a Romina? – preguntó a Tony.

-Pues claro, tío. Cuantas más nenitas es mejor… No tardan en llegar por lo menos 20 invitados.

-Pensé que ahora que te has encariñado con ella…

-Ella quiso venir… dijo que quería estar con sus amigas… – ríe Tony mientras lo sigo hasta la puerta justo cuando por la otra puerta veo ingresar a Celeste, Lizzy, Mia y Celia. Esta última vino luego de que su abuelito le diera permiso y como favor me pidió que me encargara de vigilarla.

Cada nenita llevaban sus leotardos muy apretaditos a sus figuras de nenita: Celeste uno color azul, Lizzy uno celeste brillante, Mia su leotardo de colores y Celia uno color turquesa. Las 4 niñas formaban su grupito hablando mucho pero sobre todo Celeste y Lizzy quienes le contaban a las otras como había sido su anterior visita, todo ello mientras hacían esfuerzos por estirarse.

Adrián salió para volver a traer a las gemelas Sawyer, dos nenas rubias muy hermosas y con cuerpitos delicados para sus 11 añitos, además de otro grupo de nenitas, de distintas edades entre los 7 y 12 años, que jamás había visto y de seguro eran del gimnasio de Adrián.

Los arreglos para la presentación de las niñas estaban casi terminados, Tony y Adrián se encargaron de todos los detalles iniciales y yo solo apoyé verificando que las niñas estuvieran con sus trajes colocados y además de tomarles una sesión de fotos previas al show.

De pronto entra Adrián a la habitación para comentarnos que los invitados ya habían llegado y estaban instalándose en los bungalós. Miro a mis niñas y me doy cuenta de que algo nos faltaba.

-¿Los listones? Ya hay que repartirlos…- le digo a Tony pero este me interrumpe un momento.

De pronto se escucha que vuelve a abrirse la puerta e ingresan don Razzioli y un tipo alto y fornido con gafas oscuras, ambos con camisa suelta y bermudas. Este ultimo parecía solo un par de años mayor que Tony.

-No se distraigan niñas… continúen los estiramientos… – le alerta este último a sus alumnas porque cuando los dos tipos entraron comenzaron a pasearse mientras don Razzioli le hablaba señalando a Lizzy, luego a Celeste y al resto de las niñas.

Se quedaron un rato mirando y preguntando a las nenitas, sobre todo a las del grupo de Marina y Romi que andaban de risitas ante las preguntas del tipo alto y fornido que era bien parecido por lo cual de seguro las niñas andaban de broma en broma.

Razzioli y su invitado salieron hacia la estancia y nos dejaron con todas las nenitas, justo cuando Tony trajo la caja con los listones y salió detrás de ellos.

Adrián asumió el mando y llamó a todas las niñas para que se reunieran antes de comenzar el espectáculo. Las indicaciones hizo que las nenitas se miraran unas a otras mientras se iban ordenando por numero de salida. Algunas de seguro acostumbradas a este tipo de juegos.

Saqué un par de frascos que también compartí con Adrián a fin de que las nenitas pudieran inhalar justo antes de salir. Todas mis niñas hacían cola, ansiosas por recibir un poco del “frasco mágico”. Luego de que la habitación se llenara de risitas de nenitas, Adrián recibió un mensaje de Tony.

-¡Primer grupo!- llamó Adrián y comenzaron a salir todas sus niñas a excepción de las gemelas Sawyer. Podía escuchar la música cuando se abrió la puerta y de fondo el murmullo de muchas personas en el restaurant. Era un grupo numeroso pero necesario, a fin de abrir esta ceremonia.

La voz de Tony presentando a las nenitas y de pronto, silencio y luego lentamente la música de fondo para la demostración de las pequeñas.

-¡Segundo grupo!- volvió a llamar Adrián luego de unos minutos. Esta vez se juntaron July, Ámbar y Dayane, saliendo muy animadas hacia la estancia.

Muchos aplausos del otro lado y una música más rápida para las niñas de Tony. Aun recordaba lo mucho que las hizo ensayar, para que su número quedara perfecto.

-¡Tercer grupo!- exclamaba Adrián.

-Bien niñas… ¡Su turno!- las llamo justo en el momento que Celi y Mia pasan por delante mío. Celeste y Lizzy fueron las siguientes que se formaron justo detrás de las primeras.

Deseaba ver su número pero Tony me indicó que esperara hasta el final ya que sería muy notorio que saliera justo después de ellas. Por su lado Adrián continuaba preparando a las gemelas Sawyer que según ellos eran lo mejor de todas las presentaciones.

Mis niñas recibieron muchos aplausos al finalizar su número y justo llegó el momento para que salieran las gemelas Sawyer. Adrián las llamó y cuando pensé que nosotros también saldríamos para ver como terminaba todo el asunto, el tío este me mandó a ordenar todas las cosas del show.

¡Menudo rollo! Deseaba mucho ver el número de las gemelas ya que según Tony, ambas eran contorsionistas muy buenas, capaces de mover sus cuerpitos en poses inimaginables para una gimnasta común y corriente, y sobre todo en variadas poses sexuales que solo recuerdo ver en el Kamasutra.

Pasaron varios minutos hasta que por fin se escuchó un aplauso mayúsculo que me indicaba que las crías habían terminado con la exhibición. De pronto escuché la voz de Tony pero como estaba metido dentro aún ordenando las cosas no le di mucha importancia ya que sabía que ahora tocaba la fiesta en la piscina. Donde las niñas debían dejarse convencer a fin de ganar varios listones para sí.

Cuando por fin terminé de ordenar todo, Tony ingresó a la habitación.

-Menudo éxito que hemos logrado, Arturo- comenta contento.- Don Augusto esta complacido y me ha dicho que podemos darnos un respiro por el momento… ¿Nos tomamos unos tragos para celebrar?

-Te sigo- respondo saliendo junto a Tony hacia el restaurant. Él había hecho su parte y ahora todo el lugar estaba despejado aunque se veían algunas lentejuelas, pica pica y demás tirados entre las bancas, pertenecientes a los números de las pequeñas.

Era una típica fiesta que esperarías ver en un club recreacional, solo que los protagonistas eran varios tipos de mediana edad, dos ya de edad avanzada que bebían whisky cerca a la piscina y 5 jóvenes quizás de mi edad o la de Tony.

Mientras paseaba vigilando pude apreciar a Mia y Celi en la piscina junto a don Razzioli y el tipo que lo acompañaba cuando entraron a conocer a las nenas. El viejo estaba en la orilla de la piscina junto a la blanconcita que ya tenía un listón amarrado en su muñeca lo cual indicaba que el viejo la había separado para sí, mientras Celi se dejaba cargar por el otro tipo que aprovechaba para manosearla mientras la nena se reía.

La puerta que daba a la playa estaba abierta, así que los miembros podían llevar a las niñas hasta la playa, si lo deseaban. Pude ver como Marina y Romi se llevaban a dos tíos hasta la playa. Sonreí pensando que quizás Tony no debería dejarle tanta libertad a la pequeña rubia, o podría terminar tan salida como su amiga que con novio y todo sigue haciendo estas cosas por el frasco especial.

Era curioso, pero a diferencia de los antiguos visitantes, estos no mostraban prisa por follarse a las nenitas. Supongo que a eso se refería Tony con que estos visitantes eran más discretos en sus intenciones. Parecían tratar a todas las niñas muy bien, como si fuera sus pequeñas novias con quienes pasan un buen rato de ocio a diferencia de los otros miembros del Club que solo las miraban con lujuria.

Aunque de por sí era obvio que cuando llegara el momento, se las llevarían a su bungaló para gozar de aquellas hermosas niñas. Los manoseos estaban a la orden del día y todas las nenas más animadas por el “frasco mágico” solo soltaban risitas ante todo.

Como algunos visitantes se llevaban a las nenas a la playa, Adrián se ofreció para apoyar con la vigilancia por allí. Mientras tanto, el mayordomo de don Augusto y Rosa nos apoyaban entregando bebidas y otros pedidos de los visitantes.

A pesar de que la joven iba en bikini de 2 piezas y era muy guapa para su edad, nadie se atrevía a coquetearle, parecía que respetaban que estuviera al servicio de don Augusto.

Cuando en un momento, ella fue por más hielo me adelanté hasta la barra fingiendo sacar una cerveza de la heladera, solo para pasar por su lado y susurrarle algo de tal forma que solo ella pudiera oírme. La joven se quedó paralizada unos momentos mientras me miraba con preocupación.

Rosa continuó repartiendo los pedidos, hasta que encontró un momento libre para ingresar con el carrito de los pedidos al bungaló de don Augusto. Este estaba supuestamente vacío ya que don Augusto se había ido con las gemelas July y Ámbar hacia la playa, mientras su mayordomo atendía un pedido en un bungaló alejado.

Al darme cuenta que la joven tuvo la oportunidad para cumplir su propósito, me dirigí como una bala hasta mi bungaló, procurando evitar las miradas de Tony y Adrián que de seguro estaban concentrados entablando contactos con los visitantes.

Llegué a ingresar justo para encontrarme con Anita aún dormida sobre el mueble, junto al Padre Isaías. El tipo bebía una cerveza mientras parecía manosear a mi Anita.

-Esta intacta, descuida- me dice Isaías cuando me acercó a examinarla ya que esperaba que se le hubiera pasado el efecto del cloroformo- Fui a ver la presentación pero le dije a Linda que se quedara cuidándola. Ahora la mandé a “conocer” a los otros miembros, como acordamos… debe estar en la playa…

-¡Es hora!- le digo directamente a Isaías desatendiéndome un momento de mi niña.

Isaías me miró sorprendido unos instantes.

-¿En serio? ¡Bien muchacho!-responde Isaías exaltado por la emoción.- Esperaba que te tomara más tiempo, sobre todo con Augusto rondando por allí,…

– Si no lo hace ahora, ya no tendrá oportunidad…

-Pues no se diga más, muchacho… tráela… que se me hace agua la boca de solo imaginármela…-expresa Isaías manoseándose groseramente el bulto.

No demoró muchos minutos para que se escuchara un golpeteo en la puerta del bungaló. Casi volando fui hasta la puerta. Cuando la abrí, pude apreciar a Rosa, con cara seria y llevando el carrito de comida de esos que se usan para llevar los pedidos a los bungalós, pero éste estaba cubierto por todos lados con una manta blanca.

-¿Esta dentro?- pregunto en un susurro dejando ingresar a Rosa con el carrito de comida. La joven asiente aun con el rostro lleno de preocupación.

Cuando Rosa dejó el carrito salió inmediatamente de mi bungaló, pero al cruzar por mi lado le dije rápidamente:

-La recogerás a las 07:00 am, procura que nadie note su ausencia…-susurro rápidamente antes de que alguien fuera pudiera percatarse de nuestra interacción. Cerré la puerta tras la joven que volteo a mirarme aun con un rostro de ligera angustia.

-¿Rouse?- susurra una vocecita desde debajo del carrito de comida.

-Ohhhh….Mierda… -exclama sin poder controlarse Isaías que estaba sentando en el sofá masajeándose el bulto. Como una bestia lujuriosa se levantó del mueble y corrió hasta el carrito de comida a mi lado mientras cerraba la puerta del bungaló.

El tipo corrió las cortinas de par en par y jaló de su brazito a la pequeña niña de apenas 5 añitos. La nenita de cabellos dorados vestía un bikini de dos piezas color naranja que la hacía ver muy apetecible para su edad.

-¿….?- por otro lado, Dasha se quedó paralizada al ser jalada por el anciano quien rápidamente se arrodilló para besarla y manosearla descaradamente.

La nenita al comienzo se opuso pero el viejo la sometió dejándola a su merced.

-Esta preciosa… como salió en tus videos, Arturo…- balbucea el viejo Isaías luego de darle varios lambiscones a sus pezoncitos de la nena y luego bajar su mano hasta su grutita.

-Ummm…- solo atiene a tartamudear Dasha muy asustada.

-Es una belleza de niña… debe ser rusa…- le digo mientras Isaías metía su mano dentro de su rajita.

-O ucraniana, de cualquier lugar de Europa Oriental…-balbucea el viejo aun de rodillas y manoseándole la colita a Dasha.- No es mi primera rusita…. Si conocieras el “Edén”, tenemos muchas como ellas…

-¿Edén? – pregunté curioso.

-Sii… La inspiración para nuestros Jardines en este país, pero este se encuentra en un lugar secreto de Europa… Lo hiciste bien, Arturo…-me dice Isaías casi babeando metiéndole mano a la nenita de 5 añitos.- Sabía que fue una buena decisión incluirte como candidato a la Orden.

-Lo agradezco, Padre- contesto haciendo un esfuerzo por sonar diplomático mientras observaba al Padre y a Dasha algo incómoda por los manoseos del viejo.

-Bien, Vamos… No quiero perder más tiempo con esta belleza…-espeta el Padre jalando a Dasha con él hasta su habitación y cerrándose la puerta.

Dejamos a Anita sobre la cama, mientras aún dormía. Después debería revisarla con atención por temor a que me hubiera propasado con la dosis (sedar niñas es un procedimiento difícil incluso para alguien con experticia médica), y si se despertaba no habría problema ya que le había instruido para que esperara pacientemente en la sala.

Ya en el cuarto, Isaías dejó a la niña de 5 añitos sobre la cama antes de peparar el trípode con la cámara apuntando hacia él. Sin embargo, el tipo quería muchas fotos de su encuentro con Dasha.

Me encargué de sacar los mejores ángulos de la preciosa rusita Dasha (fruto de mi chantaje a Rosa, hoy sería la última vez que pediría a la niña para mis intereses, ya que corría el riesgo que la joven le fuera con el chisme a don Augusto), incluso fotos del Padre con la nenita en traje de baño.

-Ahora empieza la diversión…- balbuceo Isaías señalándome la videocámara sobre el trípode.

El Padre quitándose la camisa se acercó a la cama hincándose frente a la niña, la arrastró al borde de ella y colocando las piernitas sobre sus hombros, le quitó la parte inferior de su traje de baño y hundió su rostro en la rajita de la nena, su lengua revoloteaba rítmicamente desde el borde de su sonrosado agujero, hasta el botoncillo de placer procurando mayor atención en ese punto.

– Date vuelta rusita, tengo ganas de comerte la colita…-balbuceo el viejo hipersalivando, mientras con una seña le indicaba a la nena la postura que debía adoptar. Dasha obediente y con el rostro serio, se volteó lentamente dejando su culito al borde de la cama con las piernas colgando, el viejo con las dos manos le abrió las nalguitas, dejando descubierto el anito y el coñito que eran muy chiquitos, y sin perder más tiempo hundió su cara entre medio de ese culito, dándole lamidas a toda su raja que la tierna Dasha solo aguantó sin mostrar señal de oposición.

El Padre dejó esa colita reluciente de saliva y bien lubricada. Al darse cuenta que ya estaba lista, se levantó, terminó de bajarse las bermudas y los calzoncillos dejando al descubierto una verga mediana y dura como el acero.

– Aquí viene, la verga que te va llenar tu colita ¿entiendes rusita? – dice hincándose otra vez.

En mi ángulo puedo ver perfectamente cuando el viejo sitúo su polla en la entrada del culito de Dasha, fue precioso escuchar el gritito de la niña al notar como la verga dura le perforaba hasta lo más profundo de sus entrañas. Expectante, miré al viejo quien, con las manos clavadas en sus caderitas presionaba el cipote contra el anito de Dasha.

-Uffff… Que rica rusita… Jooo…a sus 5 añitos y ya recibe verga como una de 10… Buufff….

El Padre continuó con la lenta y constante presión, forzando lo más posible su pequeño esfínter. La niña emitía un gemido ahogado casi como un sollozo prolongado por la rudeza del tipo, pero el cabrón no tomaba en cuenta el lamento de la niña, estaba decidido a follársela y así lo hizo.

Luego de mucho castigo a su esfínter y varias poses, la niña ya no sollozaba, solo con la boca abierta y la cara desencajada se dejaba hacer en las manos del sádico sacerdote que continuaba su frenético bombeo.

Sin embargo, para cualquier imprevisto, yo estaba ahí. Tanto como para grabarla como para darle primeros auxilios de ser necesario.

-Ahhhh!!ahhh!!!- gemía Dasha mientras Isaías la tenía cargada sobre la cama con su verga dentro de la colita de la nena de 5 añitos.

El desgraciado la subía y bajaba manipulándola cual si fuera una muñeca que solo le entrega placer.

-Uff…grábalo hacia abajo Arturo…ufff……que rica rusita…

Enfoque hacia abajo , justo para mostrar a la pantalla como la sodomizaba sin piedad aun sujetándola del cuello con la correa que le colocó a la niña.

-Ay…ahhh…ahhh…Nooo..-gime la nena cuando Isaías la colocó sobre la cama de a perrito y se le subió encima penetrando su culito.

-Ufff…ufff…que linda bebe rusita…Ufff…

-Buuuu…Ahhh….ahhh…-gime la pequeña logrando acomodarse sobre la cama a 4 patitas parando su culito. ¡Wow! Se notaba que ya don Augusto la había entrenado muy bien porque el Isaías ahora podía subírsele más fácilmente

-Uff…. Muy bien rusita… quietecita bebe… Ohhh….ohho…- le dice el Isaías justo cuando se empuja raudamente en el esfínter de la hermosa nenita de 5 añitos.

-Ahhh… ahhh

-Ohhh…ohhh…Joder…

RING!!! RING!!! Se escucha el sonido de mi móvil. Por un momento me estremecí al ver el número de Tony en la pantalla. El Padre Isaías debió comprender la situación por lo cual se calmó en sus cogidas a la pequeña Dasha.

Puse pausa a la grabación y presioné el botón de contestar…

-¿Dónde andas tío?- se escucha la voz de molestia de Tony.

-Pues… solo vigilaba que Isaías no se estuviera propasando con Anita… ¿Cómo va todo por allá?

-Nos falta apoyo. Ven inmediatamente… no importa si Anita… debiste pensar eso antes de traerla el mismo día de la exhibición… Hay unos tíos que se les acabó el ***** que llevaban.

-Vale, tío… cálmate… ya os alcanzo…-contesto sin querer discutir más. No valía la pena o quizás sospecharía de mí en caso se enteraran de la desaparición de Dasha.

Decidí salir y dejar que Isaías siguiera degustando de la pequeña rusita, aquella nena que ya estaba acostumbrada a que los adultos sacien sus deseos libidinosos con su pequeño cuerpito de ángel. Algo parecida a Celi y Celeste, aunque más delicada que ambas ya que se notaba que a esas niñas les gustaba todo el asunto, pero Dasha parecía hacerlo por obligación.

Cuando cerré la puerta, Isaías se sentó en la cama y la tenía tomada de la los hombros mientras la follaba montada sobre su polla. Me dirigí hasta mi Anita que aún seguía profundamente dormida.

Salí del bungaló y en el camino me crucé con varios visitantes que nadaban junto a las niñas de Adrián, un par de ellos que preparaba una parrilla, no iban con nenitas a su lado pero recordaba haberlos visto con otro par de niñas hace un rato. Eso significaba que gastaron sus listones con ellas y ya se las habían llevado a su bungaló. Quizás luego volverían a probar suerte con otro par, utilizando el resto de sus listones disponibles.

¡Ah! Bueno, no os conté de que va todo esto de los listones. Os explico: al igual que el resto de juegos del Club, este está hecho para amenizar el encuentro con las niñas y motivarlas. Pues era algo simple: Cada miembro del Club cuenta con 12 listones, los cuales deben dárselos a las niñas a cambio de todo tipo de favores (incluidos sexuales)

Lo usual era que cada listón significara 1 hora de tiempo con las gimnastas, pero las niñas también podían decidir cuantos listones pedir. Ya las habíamos instruido que habría premios para todas dependiendo de cuantos listones lograran sacar, sin embargo creo que el mayor regalo para todas sería poder disfrutar de aquel ungüento especial que Tony les había prometido.

Una nueva versión que nos enviaron los miembros del Club en Europa. Todas las niñas, ya muy viciosas con la sustancia pero sobre todo apegadas a sus profesores de gimnasia, aceptaron todo este asunto de la exhibición y desde temprano comentaban quien sería la afortunada que lograría sacar el primer lugar, como si entregar sus pequeños cuerpitos fuera de lo más normal del mundo.

Las gemelas Sawyer eran muy solicitadas por los visitantes, sin embargo parecía que había sido reservadas por un par de tipos con los que pasaron el resto del día. Jugaron vóley playa, fueron a nadar y a comer en el restaurant con estos señores. Llevaban todos los listones de los tipos en sus muñecas. Era un buen plan, al parecer estos tipos quedaron prendados de ellas y ofrecieron todos sus listones para reservarlas. Quizás eran nuevos invitados.

Sin embargo, los más antiguos sabían que no gastar sus listones a la ligera les permitiría degustar de más niñas, incluso algunos esperaban que las niñas se desocuparan para ir a por ellas. Ofreciéndoles menos listones que los primeros que se las llevaron de paseo a la playa para cogérselas allí o regresar hasta el bungaló para ello. Habían muchas combinaciones posibles.

Me dispuse a apoyar con los pedidos y atender los requerimientos de los invitados. No faltaba alguno que otro que me saludó al reconocerme como el Padre Arturo y haciéndome la clásica pregunta de si había traído a alguna de mis nenitas. Cortésmente me quedaba a conversar con algunos de ellos, soportando las clásicas ofertas por mis niñas (entre ellas Rebeca la más solicitada).

Las niñas de Adrián parecían ir por buen camino. Creí ver una con 6 listones y apenas habían pasado un par de horas desde que inició todo el asunto. Al final, según don Augusto, las niñas pasarían la noche con algunos de los tipos por apenas 2 listones. Dado que para ese momento ya los visitantes habrían gastado la mayoría de ellos.

Tony charlaba con un par de miembros del Club que acababan de salir muy satisfechos de algunos bungalós. Me vio hablando con un tipo que tenía en sus piernas a Dayane (que llevaba conjunto de body y minishorts negros) y con una seña me indicó que hiciera otra ronda alrededor de los bungalós para revisar el estado de las niñas que entraron a los bungalós con los tipos.

Si bien Adrián era el encargado de la playa, el sabía que debía darme una llamada en caso ocurriera algún percance en su zona. Con mi mente en esto, me dispuse a pasar para verificar el estado de las niñas y comprobar que no estaban perdiendo el tiempo.

Algunas nenas necesitaban un descanso por si los visitantes habían sido muy rudos con ellas, pero hasta ahora todo parecía ir de acuerdo al plan de don Augusto. Incluso mis nenas, que eran las menores, como Celeste y Lizzy parecían estar muy dóciles por las dosis del frasco especial.

-Profeee!! Ya tengo 5 listones!- me dice Celeste mostrándome su brazo con los lazos de muchos colores mientras la limpiaba y le señalaba el baño para que pudiera lavarse.

-¿Cómo te fue Lizzy? ¿Cuántos listones tienes?- pregunto acercándome a la culoncita solo para comprobar que llevaba 7 listones.

-Todos los señores no aguantan con ella… se la quieren culear… El primero le dio 4 listones solo por 1 hora….

Y efectivamente la pobre Lizzy avergonzada me decía que le pusiera más crema en su colita, para aliviar la inflamación.

-Ya no falta mucho, pequeñas… Mañana os llevaré a ver una película con todas las demás…

-Ainzz… pero esos señores son muy malos, profesor Arturo…- me dice Lizzy-… No me dejan tiempo…

-Es que eres muy hermosa Lizzy..-respondo arreglándola mientras le ponía su traje de baño.

Terminé de asearlas y acordé que saldríamos al restaurant para comprarles algo, justo en el momento que uno de los ancianos ofreció 6 listones por llevarse a ambas. Opté por retirarme y dejar que el tipo se llevara a Lizzy y Celeste hasta el restaurant.

Continué con mi ruta de supervisión, avanzando entre los bungaló, muchos vacíos y otros ocupados, hasta al antepenúltimo… ingresé a la sala y espié la alcoba…

-Ahhh….!! Ahhh!!- gemía Mia abierta de piernas, echada sobre la cama y en pose de misionero, mientras don Razzioli taladraba su rajita a ritmo lento pero seguro.

-Bfff!!Bff!!… -el viejo Razzioli se daba a gusto con la blanconcita.

Giré un poco para ver el resto de la habitación, por fin pude ver al tipo alto y musculoso que estaba desnudo y con su verga apuntando hacia Celi que aun llevaba su leotardo turquesa y arrodillada chupaba su pitote como una experta.

-Muy bien nena… Chúpalo así…ufff…

-Señor Joao, su verga es muy grande…

-Así es pequeña… pero no te preocupes… ya verás que te entrará muy bien en tu colita.

-Ahhhh … UMMM….Ahhh!!!

-Ohhh… Ohhh… BBFFFFF!!- se escucha cuando Razzioli se corre dentro de la blanconcita Mia, dejándole su ultima corrida fuera, apuntando a su espaldita.

La blanconcita se recostó exhausta pero el viejo Razzioli parecía seguir dispuesto a continuar. Su verga seguía tiesa de seguro por el viagra que siempre tomaba para rendir con las niñas.

-Déjala… yo voy primero…- le dice el viejo Razzioli acercándose a la nena

-Ayy… señor Santi… ayy.. me va a doler incluso la suya si no me da el frasco mágico…-dice Celia poniéndose a 4 patas sobre la arena.

-Claro princesa… olvide que tu abuelito te permitió solo por hoy…

Celia tomó del frasco mágico, aspiró fuerte y comenzó a reírse dejándolo caer al piso.

-Dele don Razzioli, ábrala bien usted que luego yo le quiero entrar a esta puta…

El viejo Razzioli la tomó de su cinturita y acercó su verga erecta hacia la colita de Celi.

-Venga niña…Uff… que rico aprietas… Bfff!!-bufa el viejo al adentrarse dentro de la niña.

-Ummm!!! Jijiji… señor Santi, que bien se siente su vergaaaa… Ahhh!!- le dice Celi al viejo que la empieza a embestir a ritmo lento pero seguro mientras el otro tipo musculoso y alto comienza a pajearse frente a la niña.

Decidí salir del bungaló y quedarme aún rondando la piscina, procurando vigilar como en mis inicios en el Club, o quizás como aquella fatídica tarde cuando llevé a Katy con don Rogelio lo cual terminó desencadenando mi fin como el Padre Arturo.

Sin embargo, en esta ocasión no estaba obligado a entregar a mis niñas gimnastas, al menos no del todo ya que conseguiría muchas cosas si lograba matar dos pájaros de un tiro con don Augusto e Isaías. Todo parecía ir en orden.

Pasaron las horas y ya casi no había gente en la playa. El atardecer parecía teñir el cielo de naranja y de pronto ya solo quedaba oscuridad. Se encendieron las luces del restaurant.

-Vale tío, has vigilado bastante por hoy…- me dice Tony acercándose hasta mi asiento frente a los bungalós.- Ven con nosotros a tomarte unas cervezas…

Seguí a Tony hasta la mesa donde 2 españoles comentaban sobre su viaje mientras Tony los interrogaba sobre asuntos del Club.

Estuvimos un par de horas mientras observábamos como las niñas iban entrando a los bungalós con los visitantes que las llenaban de listones. Marina y Dayana era muy pedidas, porque las gemelas Sawyer ya estaban reservadas. Sin embargo, cada una se fue por su lado con los más jóvenes de los visitantes.

¡Reflauta! Todo este asunto me hizo olvidar que había dejado a Anita durmiendo ¿y si ya se había despertado? ¿Y si Isaías no cumplía su promesa de no hacerle nada a Anita? Debía revisar antes de que mi niña estuviera más tiempo esperando.

-¿Qué sucede, tío? Parece que se te olvidó algo…- pregunta Tony.

-Sí… No.. bueno creo que ya me voy… al parecer ya es cuestión de tiempo para que todo acabe… y no quiero que Isaías le haga daño a Anita.

-Sí… Vale tío. No hay problema… Ya todas están reservadas el resto de la noche. Te llamaré si hay cualquier problema…-termina Tony bebiendo un sorbo de cerveza.

Casi corriendo me dirigí hasta mi bungaló, pensando en que explicación le daría a mi Anita y si podría justificar mi vestimenta. Abrí la puerta solo para encontrarme con semejante escena:

Allí estaban Linda y Anita, ambas niñas sobre el sofá. Linda con su traje de baño rojo muy sexy , pero… ¡Ufff! ahora Anita llevaba un traje de baño de 2 piezas.

-¡Señor Arturo! ¿A que Anita, se ve muy bonita? – pregunta Linda volteando a la cohibida Anita y haciendo que de una vuelta para mostrar sus atributos de niña.

– Padre! No quería… pero Linda me dijo que usted quería alabar a Dios con esto… Le dije que esto es para nadar y no un traje de Niña Santa…. Pero ella…- se excusaba Anita, al parecer queriendo mantener la solemnidad que representaba nuestras alabanzas. Al ver mi expresión pareció calmarse y me dijo:-….ella dijo que a Ud. le gustaría… No es el traje de Niña Santa, Padre… Pero si usted quiere….- esboza una sonrisa mi Anita.

¿De donde sacó Linda aquel traje de baño blanco para Anita? ¿Isaías tenía que ver con esto? ¿Desde cuando estaba despierta Anita? ¿Sería correcto estirar lo de las alabanzas, aun cuando este traje era evidente que no era el de niña Santa al cual mi Anita estaba acostumbrada?

Todas estas preguntas se quedarían sin respuesta por el momento. El ver a mi niña especial tan linda en su bañador de 2 piezas, hizo que aquel monstruo en mis pantalones se irguiera como nunca y reclamara para sí aquel tierno ángel.

Como buen amante de las niñas, vuelvo a hundirme en los placeres prohibidos a fin de degustar de aquella ofrenda de casi 10 añitos que tiernamente se me ofrece. Aquella tierna niña, cómplice de tantas apoteósicas “alabanzas”, quien al parecer iba aceptando poco a poco las no tan inocentes intenciones de nuestros actos…

……………

*El siguiente extracto fue redactado usando el testimonio de Rebeca por lo cual la fidelidad de estos hechos están sujetos a la veracidad de dicho testimonio. Se han hecho conjeturas, adaptaciones y correcciones a fin de presentar una visión adaptada de los hechos sin olvidar la preservación de la integridad de la versión de la protagonista. En ocasiones la narración puede enfocarse en una visión neutral y algunas veces desde el punto de vista de Rebeca.*

Era el último día en el colegio Mixto ******, ya todos los salones no hacían clases y las actividades estaban enfocadas en prepararse para la clausura escolar, a la vez que todos los grados estaban dedicados a decorar sus aulas con arreglos navideños.

En el salón del tercer grado “*”, las alumnas ayudaban a su maestra a colocar los adornos, hasta que llegó la Miss Mirtha y pidió llevarse a las niñas que jugaban vóley para una reunión extraordinaria.

Rebeca y Melina salieron del aula y la siguieron mientras la segunda se colgaba de la profesora para preguntarle de que iba la reunión. La maestra les comentó que las niñas del grupo de vóley tendrían una reunión para ver sus entrenamientos en el verano.

Cuando llegaron al aula de la reunión, las niñas se juntaron con sus compañeras que conversaban con el profesor Pablo quien se encargaba de repartirles sus horarios. Al final de las despedidas, llegó una de las profesoras que le dijo a Miss Mirtha que por el ultimo día de los alumnos del 6to grado, realizarían una proyección en el comedor.

Las niñas se emocionaron y pidieron ir, a lo que Miss Mirtha le encargo al profesor Pablo que las llevara hasta el auditorio. Al parecer su grupo era de los últimos en llegar.

No había muchos profesores varones, pero sin duda que Pablo era el docente favorito de todos los niños y de las niñas porque colaboraba en el club de vóley del colegio junto a su hermana Mirtha. Alto, cabello corto con barbilla poblada y muy buen estado físico, no se le conocía alguna novia aunque las niñas a veces contaban que gustaba de pasar su tiempo conversando con otra de las maestras de inglés.

Cuando llegaron, los asientos estaban copados por todos los otros grados. El auditorio era mediano pero como casi toda la primaria estaba allí, el espacio era escaso. Algunas maestras se encargaban de acomodar a sus alumnos por lo que ya estaban sentadas para evitar que hicieran bulla mientras sus colegas se encargaban de preparar lo necesario para la proyección.

El profesor Pablo acomodó a las niñas del vóley al fondo del auditorio. Muy pegadas a los últimos asientos ya que al parecer no quedaba otro lugar para colocarse. Rebeca y Melina se juntaron y empezaron a cotorrear mientras miraban al ecran del frente que mostraba algunas imágenes.

La maestra encargada de la promoción de 6to grado, empezó dando unas palabras acerca de sus chic@s mientras el resto de alumn@s observaban expectantes. Nadie prestó mucha atención (solo Rebeca que estaba muy cerca a la puerta trasera) cuando ingresó el profesor Córdova junto a 3 alumn@s que inmediatamente se apartaron de él, casi corriendo para hacerse un espacio adelante donde les habían guardado lugares.

El maestro giró la cabeza observando todo el auditorio mientras Rebeca giró la vista hasta su profesor… ¡Reflauta! Sus miradas se cruzaron, pero Rebeca inmediatamente lo esquivó e intentó salir de aquel pasillo.

– ¿Dónde vas? – pregunta Melina cuando la niña pasa por su lado pidiendo permiso para salir de aquel pasillo.

– Al baño…- contesta Rebeca.

– Te vas a perder la película…-le dice Melina pero mi niña no pensaba en ello , estaba decidida a salir de allí, pero…

– ¿A dónde cree que va, señorita Navarro?- la interrumpe el profesor Córdova, quien mientras mi Rebeca hacía esfuerzos por salir de aquel pasillo, él ya estaba a la mitad de aquel estrecho y se paró frente a mi niña, tan ancho como su corpulencia le permitía.

-Profesor… yo… el baño…-tartamudeo la pequeña por la sorpresa de notar que no tenía salida. Además que habían otr@s de sus compañerit@s a su costado y no quería decir nada que hiciera sospechar algo de ella y su profesor.

-Pues muy tarde, señorita…- le responde el profesor adelantándose hasta ella y tomándola de los hombros la puso mirando a la pantalla.-… ira después de la película ¿no es así?- pregunta con aquel tono de voz imperioso que a mi niña le pareció más una orden que una pregunta.

-Si, profesor…-contesta Rebeca volteando para observar como el profesor Córdova la tenía sujeta. Pudo notar como el profesor se relamía observándola, ya que como bien saben al pertenecer al club de vóley siempre andaba con sus minileggin negros bien apretaditos en sus caderas de mujer en el cuerpo de una niña.

El susodicho no permitió que mi niña escapara y la tenía tomada de los hombros mientras nadie prestaba atención hacia ellos que estaban en la última fila. El resto de niñ@s y profesores dentro del pequeño auditorio estaban enfocados al frente donde la maestra no tardó en terminar su discurso antes de pedir que las luces se apagaran.

Se escuchó un murmullo de emoción cuando llegó la oscuridad, antes de que la bulla se disipara y comenzara la proyección del video: Era un álbum de recuerdos y actividades de todo el año enfocados a los egresados de 6to grado. Esto despertó mucho interés y bromas en todo el auditorio, pero también despertó curiosidad para l@s alumn@s que estaban muy mal ubicados, sobre todo los que compartían aquella fila-pasillo lejana al ecran de la pantalla donde estaban mi niña y su maestro.

-Quieta Navarro… tu te quedas… aquí.. Ufff..-le digo el profesor Córdova a mi Rebeca en el preciso instante que, aprovechando la nula atención hacia ellos, pegó su entrepierna al culazo de mi niña.

Rebeca sintió aquel pedazo de carne presionar sus nalgotas, pero esta vez ya sin sorpresa. Sabía lo que significaba, claro está, el degenerado profesor volvía aprovechar de la situación para tomar ventaja de aquella nenita nalgona.

-Pero profe…

-Pero nada… Shhh… guarde silencio y quédese quieta…- gruñó el desquiciado profesor en voz baja ante lo cual mi Rebeca optó por obedecer y dejar que aquel susodicho se aprovechara de sus carnes.

-Uf…Uf…-le bufaba el profesor en silencio a la pequeña.

Pegados como estaban, el profesor detrás de mi Rebeca, apoyando su cabeza sobre el hombro de mi niña. La pobre debía soportar con asco aquel aliento fétido del docente mientras la tomaba de su cinturita y pegaba su pitote al minileggin de mi Rebeca.

El profesor Córdova pasó de la cintura de mi niña a masajear sus nalgotas mientras continuaba muy pegado a ella. Rebeca volteaba a sus costados, sin saber si deseaba que alguien se diera cuenta de las depravadas acciones del docente o si deseaba que todo se mantuviera en secreto por miedo a la vergüenza que pasaría si alguien más se enteraba de ello. ¡Imaginaos que Melina y Miriam supieran que la acosaba aquel profesor del que ambas se burlaban en secreto! ¡Las risas de ambas! Mi niña no quería que eso pasara y prefirió aguantar valientemente el continuo acoso de su profesor.

Y para “suerte de ambos”, aunque fuera más para su profesor, todos l@s niñ@s de sus costados estaban más concentrados en el video y ni le prestaban la mínima atención a lo que sucediera en la oscuridad de la habitación.

-Oh!!.. Navarro..-balbuceo el profesor Córdova sorprendido cuando mi niña se subió un poco al espaldar del ultimo asiento donde estaba apoyada, fingiendo que se acomodaba como el resto de niñ@s para ver mejor la pantalla, pero en realidad lo que hizo fue parar mejor su culazo apuntando hacia el degenerado profesor que sorprendido apreciaba como mi Rebeca ofrecía sus nalgotas que se marcaban perfecto en aquel minileggin tan apretado.

Si su profesor quería puntearla para desahogarse con ella, entonces ¡que lo hiciera!, pensó mi Rebeca, que lo hiciera y que se corriera de una vez para por fin quedar libre de aquella opresión. ¡Mi Rebeca iba a por todas! Pero ¿sería suficiente premio para el profesor?

Pues sí. El tipo ni tonto ni perezoso, fue hacia adelante y se encimó a la pequeña, quizás arriesgándose a que uno de sus colegas volteara y distinguiera algo en la oscuridad. Al parecer no le importó un bledo tal posibilidad. Y de verdad, lo comprendo. Tener frente a vos aquel par de nalgotas ofreciéndose como una invitación para puntearlas, no es algo a lo que cualquier mortal se pueda resistir. Sobre todo si son las de una niña de casi 10 años.

-Uff… ufff…

Y así comenzó esta batalla, niña vs docente, ambos librando un combate donde sus intereses parecían porfin juntarse.

Aquilino Córdova, profesor de ciencias, ped***** a ultranza y empeñado por gozar de aquella alumnita nalgona que era su obsesión desde que la vio entrar a su aula de ciencias; mientras que del otro lado Rebeca Navarro con 9 añitos y unas posaderas que llevarían a la locura a cualquier hombre, trataba por todos los medios de lograr que el antes susodicho se desahogara en el menor tiempo posible.

El depravado punteaba descaradamente las carnes de la pequeña sin dejar de recorrer con su callosas manos, cada cm de su exuberante derriere. Mientras tanto, Rebeca hacía lo posible por pararle sus posaderas y darle aquel amortiguamiento que tanto nos enloquece. (Sí, yo se que a vos también lo hace, estimado lector… jeje)

De pronto, los embates del profesor se detuvieron un instante. Mi niña se sintió aliviada pensando que quizás el susodicho por fin había llegado al éxtasis y la dejaría en paz, pero al parecer era todo lo contrario. La pequeña escuchó levemente el sonido de un cierre abriéndose…

-¡Ay!… – Rebeca soltó un gritito ahogadamente cuando sintió que el profesor Córdova nuevamente presionaba su pitote en su raja. Volteo a todos lados pensando que alguien ya los había descubierto por su descuido, pero nadie parecía interesarle otra cosa que la película- ¡Ay!- otro gritito de mi niña, esta vez ahogado porque se tapó la boca para evitarlo.

¡Imposible!, pensó la pobre Rebeca cuando estuvo segura que algo presionaba directamente donde estaba su ano y en su avance se llevaba consigo la tela de su minileggin y truza hasta dentro de su esfínter. Volteo de reojo para comprobarlo y pudo ver como el profesor Córdova tomaba impulso sin dejar de tomar una de sus nalgotas de mi niña con sus manos como garras mientras con la otra preparaba aquel pedazo de carne que emergía de sus pantalones, dispuesto a ir a por todas.

-Ohhh!!!- exhaló con dificultad el profesor Córdova cuando volvió a intentar penetrar aquella tela con su pitote ya desenvainado. Mi niña se llevó las manos a la boca para evitar dar otro gritito cuando esta vez el dichoso docente (sí, dichoso… quizás nunca mejor dicho) presionó lo suficiente para vencer aquella estrechez que lo repelió en sus 2 primeros intentos pero que ahora ni la tela era capaz de contenerlo.

-Ahhh!!!- gimió ahogadamente mi niña con sus dos manitas evitando que gritara ante el acoso de su vulgar penetrador…

-¡Ohhh!- bufo también ahogadamente el profesor Córdova. Los parlantes del pequeño auditorio daban un ambiente de cine al lugar por lo cual no solo era fácil ocultarse en la oscuridad, sino también impedían ser escuchado por algún oído indiscreto, sobre todo cuando el video estaba en muy alto volumen.

-Ummm!! Ahhh…

-Ohhh…Ohhh…

Mi niña aún no salía de la sorpresa por toda la situación, mientras su degenerado profesor, sudoroso y jadeante permanecía con la verga clavada en el culazo de Rebeca, haciendo presión para evitar que la elástica tela de su minileggin lograra expulsarlo de aquel paraíso de placer inimaginable. Aquella estrechez que no podía evitar la profanación de aquella niña nalgona, que en pompa como estaba permitía que el susodicho cargara todo su peso encima de la pobre Rebeca.

-Ohh… quieta Navarro… Mmmfff!!!- le susurra el profesor encimándose sobre mi niña, abrazándola de la cintura hacia adelante mientras permanecía pegado a Rebeca como si se le fuera la vida en ello.

-Ahhh…. Mmm…-gemía ahogadamente mi niña que solo podía escucharse a sí misma mientras soportaba al rechoncho profesor que pegaba su rostro al suyo al mismo tiempo que sentía como la tela de su minileggin se le metía dentro del culo debido a la dura presión de aquel falo victorioso que invadía su ser.

El depravado docente debió presentir que si se movía mucho quizás el elástico porfin vencería su opresión sobre la niña nalgona, y entonces comenzó a empujar suavemente el culazo de mi Rebeca, rebotando a gusto en sus carnes en un constante vaivén que enloquecería a cualquier hombre.

-Ohh..ohhh…ohhhh…

-Ummm!! Ummmm!!! Ummm!!

Rebeca aprisionada como estaba no tenía de otra que aguantar como aquel degenerado profesor se follaba su culazo a voluntad. Mi pobre niña solo podía silenciar sus gemidos mientras se dejaba llevar por aquel lento vaivén donde el miembro de su maestro, abría poco a poco su esfínter llevándose a su paso la tela y bragas que en otras oportunidades actuaron como aliadas pero que ahora solo eran empujados por la tenaz verga del docente.

-Mmmfff!!!mfff!!! – bufaba Aquilino Córdova en el rostro de la tierna Rebeca que al voltear a verlo pudo recordar aquella mirada que mostraba demencia pura, aquellos ojos casi desorbitados por el placer de gozar de la exuberante nenita de casi 10 años.

Poco a poco sintió que la velocidad de los pequeños embates aceleraban mientras ella intentaba que su esfínter lograra expulsar al vulgar invasor que ahora se paseaba a placer por aquel bendito canal, solo cubierto por la suave tela que no era rival para la persistencia del penetrador.

-Ummm!!! Ummm!!!- gemía Rebeca mientras paraba su culazo deseando que aquel degenerado profesor al fin terminara con el yugo que ejercía sobre ella. Sin embargo, el profesor Córdova parecía dispuesto a darse a gusto con aquel placer carnal el mayor tiempo que le fuera posible, aun si el acceso no era directo y estuviera separado por la fina tela, de seguro le ofrecía el mismo placer que cogerse a capela a esa niña culona.

-Ohhh… OHHH…

Sin embargo, nada es eterno y todo llega a su final, así también acababa la resistencia que ofrecía Aquilino Córdova al comienzo. El lento vaivén glorioso y los esfuerzos de mi niña, fueron responsables de la catarata de éxtasis que el depravado se resistía a recibir pero que inminentemente lo terminaron venciendo…

-¡UUMMM!- gimió fuerte mi niña cuando sintió el último puntillazo imponente adentrándose dentro de ella mientras los chorros de esperma caliente comenzaban a humedecer sus bragas.

-Bfff…bfff..- los últimos bufidos del depravado profesor indicaban que la tortura de mi niña había llegado a su fin. El fálico penetrador ya sin fuerzas y con su objetivo cumplido, terminó por desplomarse agotado mientras la física elástica ponía las cosas en su lugar y expulsaba al vulgar penetrador fuera del nirvana.

Se quedaron inmóviles un instante, tras el cual el profesor Córdova parecía volver a la cordura, se subió el cierre antes de que la música terminara y se encendieran las luces.

Todo indicaba que la proyección había concluido. La bulla del video y los parlantes fueron reemplazados por el murmullo general de l@s niñ@s del auditorio que comenzaban a moverse inquietos por salir del auditorio.

Mi niña también volvió a la realidad pero justo cuando las luces se encendieron y fue consiente que debía limpiarse antes de que las otras se dieran cuenta de lo sucedido. Pudo observar a Melina intentar moverse para llegar a ella, antes de que encendieran las luces.

¡Zaz! Mi niña abrió la puerta y casi corriendo salió del auditorio justo cuando la luz volvió al auditorio. Podía notar su minileggin mojado y si alguien la seguía de seguro pensaría que había tenido un accidente. Por fortuna ella y el profesor Córdova estaban casi pegados a una de las puertas del auditorio por lo que fue la primera en salir del lugar.

Subió hasta su aula y la encontró vacía como esperaba, fue hasta su carpeta y tomó su bolsa de deportes donde ella juraba llevaba un short normal de reemplazo. Nuevamente, casi corriendo fue hasta el baño más cercano, aún rezando porque nadie la viera.

Al fin llegó y se metió a uno de los vestidores y se cambió el minileggin que aún estaba manchado con el semen de su profesor Córdova. Mi niña en ese momento se sintió muy confundida, pero luego regresó en sí y lo echó dentro del tacho de basura.

Toda la adrenalina del momento hizo que mi Rebeca no fuera la misma tontita de siempre. Ya había pasado por situaciones donde debió esconderse para guardar nuestro secreto, pero nunca como ahora, expuesta dentro de su propia escuela.

Respiró hondo, ya más calmada, se dijo a sí misma que ya no tendría que soportar del profesor Córdova en un buen tiempo. Las vacaciones estaban por comenzar y sería una buena oportunidad de dejar atrás este sinfín de riesgos y acosos de aquel degenerado profesor.

Cuando por fin se sintió lista para volver, mi niña salió del cubículo y caminó hasta la puerta del baño.

-Rebeca…- la llama el profesor Pablo quien al parecer la estaba esperando afuera del baño de niñas.

-¿Sí profesor? – pregunta mi niña sonriente mientras pasó por su lado. Sin embargo, el docente se le acercó como tantas otras veces para tomarla del hombro y caminar con ella. Esto nunca fue problema para mi niña ya que lo hacía con todas las alumnas y no era nada malintencionado.

– … veo que te divertías con el profesor Aquilino…- susurró el tipo al oído de mi niña.

Mi niña se quedó helada, volteo con cierto temor hacia su profesor que la miraba seriamente mientras aún la tomaba del hombro.

¿Era el fin? ¿Se sabría su secreto con el profesor Aquilino? ¿Se enterarían también lo de su papi? Para ser algo tontita, en estas situaciones mi niña iba cogiendo experticia y sabía muy bien que la actual era un riesgo potencial para su estilo de vida.

Sin embargo, pese a su temor, mi niña pudo notar que su profesor no la miraba con aprehensión como ella esperaba. La mirada del profesor Pablo inspiraba confianza pero sobre todo una curiosidad que casi podía leerse en una leve sonrisa que Rebeca juraba haber visto…

*Aquí finaliza lo redactado en base al testimonio de Rebeca*

……………………….

-¡Sánchez! -se escucha desde la puerta como un grito que me despierta de mi estado de letargo sin sueño. No entendía porque me llamaban, pero era uno de los alguaciles quien se encargó de abrir la puerta de mi celda.

Fui conducido mientras sentía mi estómago se encogía por el hambre. Mientras estuviera echado en el piso de mi celda no había problemas, pero en cuanto empezaba a caminar sentía que el dolor de cabeza podía desmayarme por completo.

El largo camino hacia el pabellón de entrevistas fue un martirio que solo acabó cuando me hicieron ingresar a una pequeña habitación y me empujaron contra una silla de metal colocada al costado de la mesa del centro. Al voltear hacia la puerta, pude observar ingresar a alguien detrás de los alguaciles que cerraron la puerta.

-¡Vaya tío! ¡Sí que te ves horrible! – comenta Tony acercándose y sentándose en la otra silla al costado de la mesa.

Mi boca estaba completamente seca, tal que me costó intentar siquiera hablar. Sin embargo, era necesario para conocer el motivo del porque todo había terminado tan mal. Frente a mí tenía a Tony, pero ya no como un colega que te visita para saber como estás. Ya no.

Lo presentía, su actitud no era la misma que tuvo cuando me visitó en la mansión de don Rogelio. Aquella vez donde lograron arreglar todo ese asunto horrible que hubiera terminado en mi arresto. Hoy no era ese día y tampoco presentía que el Club volviera a ayudarme en esta situación tan compleja en la que me encontraba.

Sin embargo, deseaba saberlo… ¿en que fallé? ¿Cómo me atraparon? ¿Cuál fue el lío de todo este asunto? Muchas preguntas sin respuestas, sin embargo era necesario saberlo… pero eso… eso será motivo de otro relato. Hasta entonces.

………………

¿Qué sucedió en la playa con Rebeca y el heladero? ¿En que lio me he metido para terminar en la cárcel? ¿Qué sucedió en la exhibición del Club? Vaya que muchas más preguntas surgieron, pero no os preocupéis que aquí finalizan las mismas. Todas serán respondidas en el último capitulo de esta saga de las gimnastas. Hasta entonces.

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